La ciencia y las artes no se llevan

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Octubre 26, 7:16 a.m.

El sol asomaba por la ventana, sin cortinas, del cuarto de los adolescentes, Hiro aun dormía cómodamente mientras que Miguel esperaba a su prima en la puerta para "vengarse" del chino que no lo dejo dormir (si se acostó pero después de unos minutos volvió a trabajar)

Mamá Elena te va a matar - si río su prima entregándole un gallo- (F por Hiro)

Se lo merece por no dejarme dormir -aclaro poniendo al animal junto a Hiro y saliendo de la habitación-

Mijo vámonos -escucho a su abuela llamándolo desde la cocina-

¡Ya voy mamá Elena! -conesto-

*introduce sonido de gallo* -se escucho en toda la casa- Ahhhhh! -le siguió el nipón- Rivera! -ahora el japonés estaba frente al mencionado-

Que te paso Hiro? -preguntó si tía al verlo más despeinado que de costumbre, lleno de plumas, y con pequeños rasguños por todo el cuerpo-

Miguel fue lo que me pasó -respondió enojado-

Miguel? El no tiene motivos hacerte algo o si? -esta vez hablo Tadashi-

No claro que no, yo estaba con mamá Elena -respondio de manera inocente-

Ahg! Tu estúpido gallo me atacó -recriminó apuntándole-

¡Iaio! -grito una pequeña de tres años apretujando al animal-

Coquito deja al pobre gallo -ragaño su mamá- ¿Este fue el gallo que te atacó? -preguntó-

S-si -contesto algo avergonzado por culpar al de ojos marrones-

Perdónala Jiro, Coco suele dejar a su gallo por la casa -la tía Gloria tomó al animal sacándolo por una ventana

Si no importa -se "disculpó"

Hiro -llamo la castaña viéndolo como su quisiera que hiciera algo- creo que le debes una disculpa a Miguel -habló pues Hiro no entendió su indirecta-

Ah si, lo siento Miguel -fue una disculpa, falla y forzada, peeero una disculpa-

Claro un error lo comete cualquiera -a esto su disculpa de la misma manera, burlándose por dentro al salirse con la suya-

Bueno ya que todos están despiertos, Luisa, Carmen y Gloria pueden hacer el desayuno mientras Miguelito y yo vamos por el mandado -ordeno mamá Elena-

Señora Elena -llamo Cass- no le molestaría llevar a Hiro con ustedes verdad?

_Que?_ -susurró Hiro-

Claro que no -contesto con una sonrisa-

P-pero mamá Elena -se quejo Miguel- Hiro no quiere ir ¿verdad? -se dirigió al azabache-

Ehh....la verdad aún estoy cansado y el gallo me araño la cara -contesto algo nervioso-

Pero si no te hizo nada -habló Honey acercandoló a la matriarca- además no quiero que te quedes en tu habitación durante las vacaciones-

¡Bien! -respondieron los chicos algo molestos-

El trayecto fue aburridisimo pues mamá Elena se ponía a platicar con todas las señoras que se encontraba, según Hiro, y Miguel se entretenía con Dante así que no le importaba además ya estaba acostumbrado, Pero Hiro...¡ay pobre! Ni siquiera pudo llevarse su teléfono y nadie le hablaba (pues no lo conocían) así que por mucho que lo odiara se acerco a Miguel para jugar con el can, pero este actuaba algo desconfiado olfateando al nipón.

No tengo tiempo para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora