No tengo tiempo para el amor

¿Amigos? ¡Amigos!

Noviembre 3, 6:42 a.m.
El sol había acabado de salir Miguel y Hiro seguían dormidos pues no llevaban más de una hora en sus camas así que querían y necesitaban descansar más, pero los Rivera no sabían de los conflictos en el mundo de muertos anoche, así que mandaron a Rosa a levantarlos para desayunar, ella no quería hacer de niñera así que simplemente entro a la habitación de un portazo levantando al Hiroguel

Dice tu mamá que ya es tarde que se levanten -explico la chica saliendo de la habitación-

Ugh hoy tengo clases.. -se quejo mientras iba a su clóset

Vas a la escuela? -pregunto el nipón (y las personas que leen esto xd)

Si que tú te levantes tarde y no me veas vestido de uniforme no significa que no vaya a la escuela -se burlo de Hiro quitándose la camiseta-

Pensé que no ibas digo cómo estás tan burro -le siguió el juego evitando mirar su piel desnuda pero no pudo evitarlo- que te paso? -se acerco preocupado al moreno pues tenía un pequeño gran rasguño en su espalda era delgado pero cubría desde su hombro hasta su cintura- au

Su aún improvisado funcionó y bymax comenzó a inflarse Miguel estaba preocupado más que por su salud por qué excusa inventarios a sus padres

Hola yo soy bymax tu asistente médico personal recibí un llamado de alerta cuando dijiste "au" -hablo como lo tenía programado observando la preocupación de Hiro- tu pulso está acelerado algo te preocupa?

Ehh -su sonrojo aumento- n-no o bueno si ahg escanea a Miguel -sentencio volteandose para dejar de ver la herida (si realmente estaba viendo su espalda pero déjenlo vivir en su mentira :v)

No tardó mucho, bymax le dió un resultado rápido y una árnica para la hinchazón su herida no era profunda pero debía tener cuidado de dónde se recargaba pues su peso podría  lastimarlo y podría abrir la herida. El malvavisco volvió a su caja de carga dejando a los adolescentes en la habitación uno sin camisa y otro con un pequeño tubo de crema/árnica

Oh genial tengo que confiar en el asalta altares para que me cure -habló sarcástico y decidió un pequeño zape por eso- jeje ¡oye!

Ya lo oíste nada de recargarte, y no dejes que te golpeen la espalda o te desangras -rio al ver cómo el moreno palidecia un poco- en cuanto vuelvas la revisaré bien -ese comentario calmo al menor-

Tardaron menos de 10 minutos en salir, ambos se veían con ojeras y cansados la familia lo noto pero supuso que fue por el fin de semana festivo así que lo dejo pasar, el señor Enrique llevo a Miguel a la escuela y Hiro decidió seguir en sus proyectos quería acabar para pasar tiempo en familia, explorar Santa Cecilia, conocer un poco más a Miguel y ese mundo tan irreal, tal vez podría investigarlo y buscar una forma de que la gente lo visite y pueda ver a sus seres queridos todo era una posibilidad hasta que recordó "solo dos personas le creyeron" nadie le creería, suspiro puso su música y comenzó a trabajar.

Unas horas después Miguel llegó a casa, más cansado de lo normal así que fue hacia su habitación para pedir le algo a Hiro

Oh genial está dormido -una comezón inevitable lo estaba carcomiendo no podía rascarse por qué al no ver dónde tenía su mano se lastimaba así que nesecitaba que alguien lo hiciera por el pero claro no podía ir por ahí diciendo "¡ey! tengo una herida en toda mi espalda ¿me rascas?" Así que aguanto la comezón hasta llegar a Hiro y ahora estaba dormido- solo queda una alternativa -susurro y se dejó caer sobre el más alto haciéndolo despertarse-

Ahhhhh! Que paso?! Explotó? -exclamo levantando lo que pudo de su cuerpo- ah eres tú por qué hiciste eso? -lo miro enojado

¿Me rascas? -pregunto con una sonrisa adorable-