No tengo tiempo para eso

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Octubre 11; 12:35 p.m.
En un pueblo llamado "Santa Cecilia" un joven de unos 15 años caminaba de la plaza del mariachi hasta su casa, llevaba consigo una guitarra en su espalda pero no cualquiera, si no la guitarra que le perteneció a su tatarabuelo Héctor Rivera, actualmente el pequeño de tez acaramelada y ojos marrones era bastante reconocido en su pueblo y por algunos turistas que pasaban un tiempo ahí, su gran talento y su carisma no tardaron en llegar a oídos de gente extranjera que se daba el lujo de ir al pueblo solo para escuchar al menor cantar.

De vez en cuando personas le daban dinero por el espectáculo o le contrataban para algún evento, a pesar de ser bastante amable y considerado la insistencia de la gente lo hacía aceptar el dinero, que tampoco estaba de más juntar algo de dinero para su carrera musical cuando pudiera salir de su pueblo, pero no pensaba hacerlo pronto amaba a su familia y el no cometería el error de su papá Héctor quien después de la muerte estaba arrepentido de abandonar a su familia.

¡Hey músico! - lo llamo un a voz femenina, su prima Rosa (Rosita pa' los compas)-

¿Que pasa Rosita? - pregunto acercándose a la morena-

Dice mamá Elena que te apures por qué se te va a enfriar la comida - regaño al menor para luego ambos correr en dirección a su casa-

En casa de los Rivera

Mijito te tardaste tu papá ya iba a salir a buscarte - le regaño su abuela o más bien su mamá Elena como solía llamarle-

Ya se mamá Elena, lo siento se me fue el tiempo en la plaza -se disculpo con su abuela mientras está le servía-

Dando todo un espectáculo verdad? -pregunto con sarcasmo su primo Abel-

Ajá -respondió con la boca llena sin darle importancia-

Ay mi niño ya es todo un músico! -dijo en un abrazo sofocante su madre-

Mmhp -intento soltarse antes de atragantarse con los tamales-

Ay perdón mijo -se disculpo su mamá al soltarlo-

Bueno aún no pero me gustaria -hablo con orgullo tragando lo que tenía en la boca-

Venga mijo que algún día te vamos a ver en la tele dando un concierto enorme -le animo su padre-

Eso espero -sonrió para el mismo- pero eso será dentro de mucho por qué por ahora lo más importante es la familia -dijo mientras era abrazado por su mamá Elena-

Ese es mijo ahora a comer por qué te veo muy flaco -dijo su abuela mientras ponía aún más tamales en su plato

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Aún era temprano en la gran ciudad de San Fransokyo un adolescente de 17 años estaba en la cochera de su casa ajustando unas cosas para el próximo proyecto, sus ojos rasgados y oscuros tenían una ojeras bastante visibles, se veía cansado y desarreglado sobretodo por su cabello incontrolable; junto a él se hallaban bolsas de gomitas, patatas fritas y latas de refresco (sep cuando Hiro está concentrado en un proyecto contra reloj no come nada más que basura) si bien aún le quedaba una semana odiaba trabajar bajo presión

Hiro sube tía Cass ya hizo la comida -llamo su hermano mayor-

Voy en un momento Tadashi -respondió sin despegar la vista de su proyecto-

Eso si que no, te conozco y te quedarás todo el día metido ahí si no te sacamos -hablo entrando a la cochera mara tomar a su hermano de la cintura y después cargarlo como costal de papas-

Hey! Bájame Tadashi!! Tengo que terminar el proyecto final! -se quejaba dando pequeños golpes en la espalda de su hermano- Ya no soy un niño bájame!!

Listo -bajo al menor de los Hamada- y no no lo eres ya lo noté, ahg has estado comiendo chatarra otra vez? subiste de peso -se quejo su hermano sobando su hombro-

Ahg cállate! -se sonrojo el menor-

Bueno ya no peleen y comienzen a comer -dijo divertida su tía-

Si tía Cass -respondió de manera inocente el mayor de los Hamada para comenzar a comer-

Tía Cass dile a Tadashi que el es el debilucho y yo estoy en mi peso ideal -se quejó comenzando a comer-

Tadashi deja a tu hermano el esta en su peso ideal -le siguió el juego a su sobrino-

Pff no creo este cabezón solo come chatarra cuando trabaja -regaño a su hermano-

Es que no puedo perder tiempo en subir a comer -se defendió-

Bueno ya, Tadashi deja a tu hermano, Hiro deberías comer más saludable -"regaño" a sus sobrinos con una sonrisa-

Si tía Cass -respondieron como robots-

La familia de los Hamada empezaron a comer, ninguno de ellos hablaba pues si bien la tía Cass formaba una conversación con sus sobrinos Hiro no decía mucho, el ambiente era incómodo hasta que la puerta de la cafetería se escuchó

Mm que raro creí haber puesto el cartel de cerrado ayer en la noche -se sorprendió la castaña-

No te preocupes tía Cass yo voy a ver quién es -se ofreció Tadashi-

El mayor de los Hamada bajo al primer piso mientras Hiro y tía Cass seguían comiendo sin decir una palabra, no tardó mucho en que Tadashi subiera con una chica rubia y de ojos verdes

Oh hola honey - saludo la castaña-

Honey? Que haces aquí? - cuestionó-

Oh bueno por qué se acerca una fecha muy especial para mí, en mi país se celebra a los muertos el 2 de noviembre y me gustaría que ustedes 3 me acompañaran a mi pueblo...ya que pues son mi única familia - lo último lo dijo con un pequeño aire de tristeza, la joven de grandes plataformas había perdido a su familia en un accidente de avión y desde que se hizo novia de joven Hamada, su hermano y su tía son a los únicos que puede llamar familia

Oh a mi me encantaría, conocer nuevas culturas, viajar, hablar un idioma nuevo *gasp* tengo que aprender español de nuevo! cuando nos iremos? -preguntó emocionada por saber cuánto tiempo tendría para hablar ese idioma que le fascinaba-

Jeje tranquila señorita Cass, supongo que en un par de semanas -rió por el entusiasmo que mostraba la mujer-

Bueno si es algo importante para ti también lo es para mí -hablo ahora Tadashi besando la mejilla de su novia haciéndola sonrojar un poco-

Y tú Hiro? -preguntó con un toque de esperanza, pues al menor de los Hamada no le atraía la idea de alejarse de Sanfransokyo

Yo... -si respuesta era obvia "no" por 3 simples razones
1-No podía dejar a Sanfransokyo a su suerte! La falta de 2 superhéroes era suficiente para que los villanos decidieran volver a atacar (pues hace 6 meses que no pasaba nada fuera de lo común)
2-Tenía muchos proyectos por los cuales empezar, para algo eran las vacaciones (dah usarlas para trabajar)
3- En dos semanas aún no empezarían sus vacaciones eso implicaba dejar la universidad de lado, aunque conociendo a sus profesores y a Tadashi convencer al director de faltar unos días no sería nada complicado. Pero ver los ojitos de Honey casi derramando lágrimas por saber la respuesta y que su tía no viajará por cuidarlo lo hicieron cambiar de opinión- yo iré claro! -sonrió sintiendo los brazos de Honey envolver su cuerpo

Siiii gracias Hiro!! -chilló la rubia- bueno los veo en unas semanas -se despidió dejando a los Hamada emocionados esperando el día en que irían a México, menos uno claro está.

Algo que no estaba muy claro era....¿A qué parte de México irán?










Si dije que solo subiría los viernes pero siento que es injusto que solo se el prólogo así que aquí tienen ;3

No tengo tiempo para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora