Febrero 7, 5:15 a.m.
No había pasado mucho desde la última vez que nuestros protagonistas se habían visto pero aún así su corazón se apachurraba cada día que pasaban uno lejos del otro, obvio que las cartas no faltaban cada cierto tiempo claro, pues era su única manera de comunicarse, y a escondidas pues la familia del mexicano se lo habían prohibido completamente, algo que a Miguel no le agradaba para nada, pues el pequeño beso del aeropuerto, más la directa aclaración de su sexualidad aparte de haber conseguido que su familia tuviera una disputa, que decidieran alejarlo por completo del japo-americano y además de sus amigos, al igual que hace algunos años su familia estaba sobre el, ahora no le prohibían ir a la plaza a ver a músicos tocar, si no que le prohibían ver a los únicos amigos que tenían.
Termine! -grito con voz baja cerrando una caja de color negro y un listón morado- y a tiempo, al menos eso espero, la última carta le llego 10 días después, ugh también el chino debería enviar sus cosas con tiempo -reprocho para si mismo, pues sabía que su chino contestaba o escribía cada que podía por ende sus cartas llegaban cada vez mas tarde-
Ninguno había hablado antes de un regalo por san Valentín pero ambos sabían que querían darle algo especial al otro, una sorpresa, algo secreto entre ellos; el chico del lunar se había tenido que escabullirse al correo, apenas entraba el chico con el que había pasado sus ultimas semanas,
¡Ey migue! ¿Cómo estas amigo? -pregunto el moreno con lentes-
Nada nuevo Sergio, ya sabes escapando de casa -le contesto como si nada-
Para darle regalitos a tu novio -una tercera voz le hizo dar un brinco a ambos, una chica alta entraba con una caja llena de paquetes
Andy no hagas eso, casi me das un paro cardíaco, ¿sabes en los problemas que me metes con los Rivera si se enteran de que ayudo al mocoso con los paquetes de su novio? -regaño a su hermana-
¡No es mi novio! -Miguel estaba rojo a más no poder, le había aclarado muchas veces a los hermanos Rodríguez que Hiro no era su novio, pero estos dos estaban tercos en que era así-
Cierto, aún no se lo pides -bromeo el chico de cola de caballo-
¿Lo harás con el regalo? -siguió su hermana-
¿Que? ¡no! o sea, yo ¡si! digo...ugh ¡¡Solo hagan su trabajo!! -el pobre chico estaba que echaba humo por las orejas, tan rojo que incluso siendo su piel morena parecía un completo tomate, entre el par de hermanos que no pararon de reír-
Entonces -la chica se calmó eh hizo que su hermano parara de reir- quieres que llegue para el catorce ¿no? es una declaración de amor supongo que el día del amor y la amistad es el mejor momento para hacerlo
S-si -se notaba el nerviosismo en la respuesta del mexicano-
Claro que si amigo, brouh pásame la caja, haremos que llegue bien -llamo el chico de lentes a su hermano-
¿Puedo...hacerles una pregunta? -la voz temblorosa del menor alteró a los trabajadores-
Claro que si Migue, ¿Qué paso? -pregunto Andy dejando la caja en manos de su hermano-
¿Cómo es que viven tan libres? -pregunto con curiosidad
Es cierto, jamas te mostramos a nuestros padres -soltó Sergio regresando del almacén-
Es verdad, mira -Andy saco su teléfono y le mostró al menor una foto de sus padres- Ella es nuestra madre -señalo a una mujer de cabellos azabache y largos, de complexión media, con lentes y sonriente con un vestido blanco- y ella o él es papá -señalo a la persona con rasgos femeninos aunque parecía ser el esposo a su lado, de una complexión delgada, un poco más alto que su esposa, vestido de traje negro-
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No tengo tiempo para el amor
Fiksi PenggemarEran adolescentes, sin el más mínimo interés en el amor, uno centrado en su amor por la música y otro en la admiración a la tecnología, cómo es que siquiera se llegarían a conocer y mucho menos a agradar entre si.. Bueno, el destino a veces juega a...