Muérdago

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Diciembre 24 11:20 a.m.

El aire frío se respiraba y aunque el sol apenas asomaba por las nubes que lo tapaban, la casa Rivera estaba en marcha, se escuchaban las voces de las mujeres quienes no paraba de hablar mientras preparaban la cena de noche buena, las voces de los hombres que decoraban los espacios que faltaban y envolvían los regalos de sus mujeres, ya que ellas se encargarían del resto y no querían arruinar la sorpresa. Nuestros dos protagonistas estaban en su cuarto cada uno en su mundo pues ya habían envuelto el pequeño detalle del otro, Miguel había sacado dinero de sus ahorros para comprarle unas muñequeras al chino que le habían gustado y unos aros para sus orejas perforadas, Hiro por su parte pidió dinero a su hermano y tía para un MP3, al cual le descargaría las canciones favoritas del Mexicano (al menos las que conocía) y unas plumillas para el moreno pues noto que sus dedos ya tenían llagas por no usar plumillas.

Todos estaban emocionados pues las vacaciones decembrinas ya habían comenzado y como son conocidas los horarios de sueño cambiarían, la convivencia familiar aumentaría, y el espíritu navideño se notaba por todo el pueblo, lo cual impresionaba a los extranjeros quienes casi no salían pues preferían ayudar en casa, excepto por el menor de los Hamada quien se escapaba con el chico del lunar a "su lugar" o el río prohibido.

Ambos disfrutaban del silencio, no tan silencioso pues tenían música de fondo, pero ninguno hablaba estaban felices y cómodos, Hiro rechazo amablemente frío a Karina y Miguel no podía estar más feliz por eso aunque no entendía por qué sentía celos de ella si sabía que a Hiro no parecía interesarle una relación por ahora y eso no le afectaba por qué no pedía más que su amistad...por ahora; Hiro estaba aún más feliz por qué gracias a la convivencia familiar a la que son obligados muchos adolescentes, entre ellos el odioso Marco de la cruz, este no podía acercarse más que para saludar al chico de mejillas adorables, además de que la familia Rivera tampoco lo dejaba acercarse más que para eso ¡Oh! Además había tenido una pequeño plática con otra posible rival. Dayana, le había dejado claro que sí bien el chico si le gustaba no pedía más que su amistad y que si el quería intentar algo lo apoyaría por qué a sus ojos el y Miguel les hace bien estar juntos.

Chino -lo saco de sus pensamientos la voz del contrario-

Japonés -le corrigió, no le molestaba y sabía que Miguel lo decía a propósito- que pasa?

Ya me salió la canción ¿hacemos algo interesante? -pregunto dejando la guitarra de lado, era cierto el chico llevaba dese la mañana practicando una canción que no lograba reconocer-

Que tienes en mente orejón? -dejo de lado su megabot, al cual no le estaba haciendo nada más que una revisión, sería incómodo ver directamente al moreno ok? Mejor solo desviaba la mirada discretamente no?-

Pues la comida estará lista dentro de nada... ¿Quieres ir al mercado? -sonrio-

No tengo dinero -suspiro- deje la mayoría en casa ahora le debo a Dashi y a tía Cass por comprarte un regalo -lo culpo pero el otro al contrario de sentir culpa sintió un calorcito en el pecho, pero no lo iba a dejar notar y prefirió molestarlo un poco-

Awwww me compraste un regalo que tierno de tu parte encantó~ -remarco el apodo, ya había olvidado cuanto hiro lo odiaba-

Ahora gracias a ese comentario no te doy nada! -menciono enojado y volvió a tomar a su robot-

Ay ya no te enojes encantó -siguio removiendo la llaga- sabes te queda bastante bien hasta cierto puesto eres encantador -menciono la palabra mientras formaba sobre su cabeza un arcoiris imaginario con sus manos (igualquebobesponjasinoentendieron)

Entonces crees que soy un encanto? -su mirada se torno coqueta sonrojando a ambos-

Si no fueras tan amargado si -respondio- vamos a ir ¿o no? ¡Yo invito! -no iba a negarlo le agradaba salir con el de ojos rasgados-

No tengo tiempo para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora