When it comes to you, it's about love ♥ Cuando se trata de ti, se trata de amor

P a r t e 16 Jaejoong, rómpeme el corazón

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Pov Yunho

Rómpeme el corazón rómpemelo mil veces si quieres, dé todos modos solo ha sido tuyo desde el principio...

Me dijeron que cuando encuentre al indicado el seria mi calma y tranquilidad, que cuando lo encuentre, me iba a enamorar y ni siquiera me iba a dar cuenta. Que no necesitaba buscarlo simplemente llegaría cuando sea el momento indicado.

Tanta razón que había tenido mi madre...Ella es una mujer muy sabia.

Jaejoong se a convertido en lo más real de toda mi existencia, mirándolo dormir a mi lado solo puedo pensar en que él es el indicado y aun sin experiencia alguna en el amor está listo para amarme por quien soy.

Toque su mejilla mientras miraba con fascinación su rostro, verlo dormido y tranquilo me provocaba un mar de sentimientos que no podía expresar con palabras, estaba profundamente enamorado de él y mis sentimientos iba mucho más allá de querer, esto que recorría cada partícula de cuerpo no podía ser otra cosa que «amor» en toda la extensión de la palabra.

Uní mi nariz a la suya mientras intentando no moverme demasiado para despertarlo, y cerré mis ojos disfrutando de aquel pequeño contacto. Esta era la primera vez que amé tanto estar con alguien, quizás es increíble la forma en la que esto empezó, cuando menos lo pensé las pláticas duraban horas, las palabras bonitas comenzaron a existir, y me emocionaba demasiado por hablar o por vernos y las canciones describían la forma en la que me sentía. Puedo asegurar que nada hará que olvide la forma tan linda en la que me sonríe.

Unos labios me sacaron de mis pensamientos al rozar con torpeza mi nariz, era Jaejoong quien estaba despertando.

—¿Qué hora es? — murmuró casi inaudiblemente.

Extendí mi mano sujetando mi teléfono móvil de la mesa de noche y miré la hora.

—Son las ocho en punto

Talvez habían pasado unos cinco minutos, talvez seguía medio dormido, pero aun así me respondió.

—Debería llevarte a tu habitación. —su mano se envolvió alrededor de la mía y en silencio se quedó.

Me acerque a él y baje hasta su cien y con ternura bese esa parte una y otra vez hasta que abrió sus ojos por completo.

Recostó su cara sobre mi pecho, ahí, ahí en donde estaba mi corazón y sé que podía escuchar claramente los latidos a todo su esplendor, sin mucho esfuerzo su odio podía ser testigo de lo nervioso que me ponía su cercanía.

Era extraño como mi pecho se oprimía con solo mirarlo.

Estire mis brazos a su alrededor y lo atraje más hacia mi como si eso fuera posible y disfrute del cálido abrazo que compartimos. El momento era tan perfecto que no quería que acabara.

Se aclaró la garganta y volvió hablar: —Debería llevarte a tu habitación

—No quiero irme. —me quejé. —No puedo quedarme esta noche contigo.

Levantó la cabeza y negó suavemente.

—Tú duermes en tu habitación y yo duermo en la mía.

Suspire y escondí mi rostro en su cuello llenándome de su olor.

—Yo duermo en tu habitación que también es la mía.

Soltó una pequeña risita mientras se retorcía en mis brazos por las cosquillas que sentía, en un mal movimiento termino golpeando mi pierna lastimada y está vez el que se retorció de dolor fui yo.