Capítulo 3

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(POV BIANCA)

Y ahí estaba el muy imbécil sentado con un grupo de peces gordos. Se notaba por la ropa que llevaban, si es que mi hermano es tonto le iban a sacar todo el dinero. Según iba el juego se veía que los tíos eran experimentados y que estaban quitándoles todo el dinero a mi hermano y a otros dos más que había en la mesa.

Ellos no me veían porque me había puesto de manera estratégica para eso, decidí hacer acto de presencia.

—Mike vamos a casa, abandona la partida por favor. —Él se giró bruscamente y el juego tuvo una pausa.

—No me voy a ir porque tú me lo pidas.

—Mike, la abuela se ha enterado de que sigues con el juego. ¡Le vas a provocar un infarto!

—Lárgate de aquí me estas avergonzando.

—él que da vergüenza eres tú, ¿no ves que es una trampa y os están desplumando?

Y comenzó una discusión bastante fuerte como nunca la había tenido con él y entonces levantó su mano que iba directa a mi cara. Cerré los ojos y apreté los labios fuertemente esperando el golpe. Y cuando no llegó vi que un brazo enfundado en un traje sujetaba la mano de Mike.

—Nunca le levantes una mano a una mujer, y menos en mi club. —Esa voz…

Giré mi cabeza para saber si estaba comenzando a tener alucinaciones con ese hombre y… no ahí estaba. Tony Gotti, mirando severamente a mi hermano, deteniéndolo con una sola mano y con una fachada de tranquilidad impresionante.

Llevaba un gorro que debía reconocer le quedaba de puta madre, en su otra mano llevaba un traje de color azul, con ese traje conseguía que sus ojos resaltasen más y su espalda ancha quedase todavía más remarcada.

No me di cuenta, pero cuando volví de nuevo mi atención a Mike este ya no estaba. Estaba decidida a irme, pero Tony me agarró por el brazo.

— ¿Dónde se supone que vas?

—A buscar a Mike.

—Es verdad, es el tío que salía esta tarde de tu casa cuando yo fui. Sígueme.

Me dirigió hacía una puerta mientras me agarraba suavemente por el codo. Marcó unos números y la puerta de color negro automáticamente se abrió, pasamos y se cerró. Valeeee esto daba hasta miedo. Subimos por unas escaleras hasta que encontramos una puerta de color blanco con un león negro dibujado en ella. Entramos y observé la estancia.

Un escritorio de cristal traslucido era lo que más llamaba la atención. Después había lo típico de una oficina, solo que aquí había mini bar, sillones y lujo, mucho lujo se notaba. Una gran alfombra de color rojo resaltaba en el suelo. Me fije que había unas ventanas que me permitía ver todo el club y yo sin darme cuenta cuando entré.

Escuché su carraspeo por lo que me giré a mirarle. Me estaba ofreciendo una copa de algo que no podía identificar.

—Tranquila solo es gintonic, nada fuerte. —y bebió un sorbo de mi bebida para demostrar que no tenía nada raro.

Cogí el vaso dando un pequeño sorbo.

— ¿Es tu novio? ¿Tu amante?

— ¿Qué, Mike? No es mi medio hermano. —asintió bebiendo de su vaso—así que todo esto es tuyo.

—Sí, este en concreto sí, pero tengo más y mis hermanos también.

—Ah.

“O.R.I.G.I.N.A.L”  Muy bien Bianca

Saga Familia Gotti 2: Sinceramente (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora