(POV BIANCA)
Será cabrón que me ha llamado.
“Si te ha gustado” Estúpida conciencia…
Bueno tenía que ir al hospital a ver a Viola, se le había adelantado el parto y la verdad tenía miedo por ella. Estaba claro que hoy no dormiría, salí de casa y bajé a por el coche. Lo encontré subí y puse rumbo al hospital. Joder que sueño tenía.
Llegué allí y había un hombre alto y grande, un poco menos que Tony, con ojos marrones, fumando un puro. Lo miré era guapo y seguro que era un Gotti, llevaba ese sello con la G que llevaba Camilo y también llevaba Tony.
Entré sin saludarle ya que no lo conocía y cuando entre, joder… Esto era una pasada, afuera ya me había dado cuenta, pero es que esto… Todo estaba lleno de hombres altos, fuertes, con gafas oscuras, walkis, pinganillos e iban todos con trajes de color negro y camisas del mismo color.
Era acojonante. Cuando estaba dispuesta a acercarme dos de esos gorilas me taparon el paso.
—Lo sentimos señorita, pero esta sala es privada.
—Soy amiga de la Señora Gotti.
—Debemos contrastar esa información.
—Dejadla pasar. —Su voz…
Los dos gorilas se hicieron a un lado rápidamente y pude ver claramente a Tony por fin.
—Vaya, otra vez nos vemos doctora. Estamos destinados a pasar las noches juntos.
Sentí como me sonroje por el comentario de doble sentido que me acababa de decir delante de todo el mundo.
—No te pases Gotti soy tu psiquiatra y no mantengo relaciones de ninguno de mis pacientes.
— ¿Y quién te ha dicho que yo quiera tener algo contigo?
Oooooo Gotti la has cagado.
—Por si acaso.
Me fui dejándolo con la palabra en la boca, pero quien coño se había creído el imbécil este. Me llama, me hace esos comentarios, en la terapia de esta tarde ha estado todo el rato mirando las tetas y ahora que quien me ha dicho que quiere algo conmigo.
Me senté en un asiento y al rato volvió el hombre del puro, saludo con la cabeza a Tony y se sentó a mi lado. Me miró durante un largo rato y después volvió a mirar al frente.
Fue entonces cuando me di cuenta de que en una esquina había alguien fumando y dando vueltas como un imbécil. Agudice la vista y pude distinguir unos mechones castaños claros… Camilo. Me acerqué hacia él, estaba bastante nervioso.
—Camilo, ¿qué tal?
—No la vuelvo a tocar, no la voy a volver a tocar. ¿Y si se muere? Yo me voy detrás de ella, no puede vivir sin ella.
—A ver Camilo, quiero que te tranquilices, ella va a estar bien. Ahora mismo los partos suceden como si nada, con más o menos complicación, pero en 98% de los partos van bien.
—Ya, pero lo ha pasado muy mal todo el embarazo. Y no me han dejado entrar con ella.
Estuve tranquilizándolo un buen rato. Joder que cabezón era, nunca me había encontrado nada parecido en toda mi carrera, pero ya por mi orgullo lo pude tranquilizar. Al rato apareció un médico algo mayor, de unos sesenta y pocos. Todos nos acercamos a él.
—El bebé está bien. Ha sido un niño de 3 kilos 100 gramos.
—Bien, ¿y mi mujer?
—Se tiene que recuperar, ha perdido mucha sangre en el parto y bueno por un momento hemos pensado que la perdíamos, pero ahora está bien. Podrán verla dentro de una hora, mientras tanto un enfermero les pasará a la habitación para ver a su hijo.
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Saga Familia Gotti 2: Sinceramente (+18)
RomantizmNo se permite el uso de los personajes ni de la trama sin mi permiso. Tony Gotti necesita ayuda y lo sabe, pero no quería verse rebajado a tanto hasta que su cuñada, Viola lo obliga a visitar a su mejor amiga. Una psicóloga muy... buena. En todos lo...