Tras diez minutos discutiendo qué pareja se quedaría en la habitación mientras el resto se escondía, se decidió que Dylan y yo nos quedaríamos durante 10 minutos para dar tiempo al resto de esconderse.
-¡El tiempo comienza ya! - Dylan gritó y todos salieron corriendo. No sé como he llegado al punto de jugar al escondite. La gente de mi edad suele jugar a la botella, beber alcohol, fumar, ir de fiesta... pero yo juego al escondite, es más sano y me gusta más... Supongo.
-Y bueno, nos quedan 9 minutos y 36 segundos.. 35 segundos... mierda ahora 32 segundos... - Dylan se enfadaba mientras miraba su teléfono móvil, lo que me hizo reír.
-Todavía queda, sí. - Respondo
- Y bueno Lea, conozcámonos - Dylan se acuesta en la cama más cercana con sus manos en la nuca y mirandome con esa sonrisa que siempre tiene.
-¿Qué quieres saber? - me apoyo en la pared.
-No sé, ¿qué quieras que sepa?
-No quiero que sepas nada especificamente. - respondo levantando mis hombros.
-Bueno, pues preguntaré yo.
-De acuerdo.
- ¿Por qué odias a Karen?- preguntó.
Vaya, directo al grano.
-¿Quién te ha dicho que la odie?
-No hace falta que me lo diga nadie, soy un chico listo. - y sonríe con orgullo.
-Bueno, pues para ser tan listo, podrías hacer preguntas más inteligentes.
-Vale, no quieres hablar del tema. Te toca preguntar.
-¿Por qué trabajabas ayer voluntariamente en el edificio femenino?
-Yo tampoco quiero hablar del tema. - sonrió, pero esta vez con menos entusiasmo.
Rodé los ojos.
-¿Cuánto tiempo queda?
-Tres minutos y cuarenta y seis.. cinco.. cuarenta segundos.
-Vale... - río
Durante unos segundos notaba como me miraba fijamente, y me ponía nerviosa, así que comenze a mover un pie, y después la mano...
-No te gusta que te miren - y comenzó a reír, ¿de qué se ríe'?
-No mucho.
-Ya sé algo de ti.
Me sonrojé, no sé por qué quiere saber algo de mí. ¿Quién querría?
Pasaron unos minutos de silencio.
-Creo que ya ha pasado el tiempo ¿no? - pregunto
Dylan, que había puesto un auricular escuchando música, se lo quitó y me miró alegre
-¿Qué? - pregunto
-Dejalos un rato más
-¿Qué dices? Se van a aburrir de estar escondidos - respondo
-Créeme que no - respondió mientras se levantaba y comenzaba a buscar algo en los cajones de su armario.
-¿Qué haces? - pregunté
-¿Acción, comedia o terror?
-¿Qué?
-Son géneros de películas Lea.
-No quiero ver una película.- contesto. Sería muy incómodo.
-Pero yo sí, a no ser que tengas una idea mejor
- ¿Ir a buscar al resto?
- Joder que no. Joe y Sunny ya deben estar dandose el lote, y el resto seguro que han ido al torneo de bienvenida.
- ¿Y por qué nosotros estamos aquí y no allí? ¿y de qué es el torneo?
-Es un torneo de preguntas y respuestas de temas estúpidos. Pero mucha gente va para conocer a más personas.
- ¿Y por qué no vamos?
-Vaya Lea, esto es peor que un interrogatorio. No quiero ir.
-¿Y si yo sí quiero ir?
-No sabrías como llegar.
-Pero sí se llegar a mi habitación.
Estaba dispuesta a levantarme e ir hacia la puerta, pero me sujeto del brazo.
-Hey espera.
-¿Qué?
- Lo siento, el tema es yo no puedo ir ¿vale? Y no me quiero quedar solo, hazme compañía.
-¿Por qué no puedes ir?
-Te contaría si pudiese.
Pasamos la noche hablando sobre todo. Él me contó que viene de un pueblo vecino al mío. Jugaba a baloncesto, le gustaba más la playa que el monte. Le gustan los animales, y tienen un perro llamado Pluto.
Eran conversaciones fáciles, ya no estaba tan incómoda y hasta sentía que él tampoco.
A las diez tuve que volver a la habitación, y por primeraa vez en meses, puedo decir que me fui a dormir un poco... feliz.
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Estúpido amor.
Teen Fiction"¿Sabéis lo que se siente al nunca ser amada? Yo también lo sentía, y me acostumbré, pero cuando menos me lo esperaba, sentí algo que nunca había sentido, y comencé a entender todo aquello que veía en las películas." Esta es la historia de Lea Rober...