Me dirijo a mi habitación,
Solo, donde nadie me ve
Paso a paso hacia el estante,
Allí, donde guardo cigarrillos,
Sí, el vicio apaciguaré.Tomo una de las cajas,
Dentro de la colección
Y al abrirla me exhala,
Aire nuevo y libertador.
Las presiones se marchan
Acompañando a mi dolor.Y un papel que envuelve
El tabaco de forma maestra,
Pareciera ante mis ojos
Asemejarse a letras.
No importa, yo consumo
Y fluye dentro de mi alma,
Nicotina, unos le llaman
Palabras, digo yo, me hablan.Cuando paro unos instantes,
Para pensar y, observar el viento,
El humo del cigarro
Me rodea cual incienso.¡Qué cigarros tan extraños!
Estos que yo consumo.
Demoran en acabarse
Y de tiempo en tiempo, continúo.
Me sorprendo, no me hacen daño
No son como otros cigarros,
Que al encender la llama
Te nublan todos los sentidos,
Llevándote con celeridad
A un paradero perdido.No sé lo que tú consumes,
Pero mi gozo, es gozo limpio,
Cada cuál con su cigarro.
Tú, en lo tóxico te hundes, y yo,
En las páginas de un buen libro.
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Tu Constelación
Poetry¿Te has fijado en el cielo nocturno? Seguro que has visto las radiantes estrellas que hay en el firmamento y todas las historias que parecen contar, mientras realizan su gloriosa danza. Caballos, leones, arqueros y carros se unen cada noche y nos da...