No me canso de decirte
con las fuerzas de mi vida
que sigue habiendo salida
de un mundo que quiere herirte.
Pues buscando bendecirte,
me propuse la tarea
de oponerme a la marea
de estos tiempos peligrosos,
secar tus ojos llorosos,
para que así, usted me vea.
Amigo, escucha mi voz
en este día bendito.
Quiero dejar bien clarito
todo mi aprecio por vos.
Y si algún día feroz
decides marcharte lejos,
olvidando los consejos
que tanto anhelo prestarte,
me propuse regalarte
mis binoculares viejos.
Toma mi humilde presente
para verme en la distancia,
y con sutil elegancia
sonríele a nuestra gente.
Pues de forma permanente,
yo me he propuesto esperar
cuando te quieras lanzar
a vivir la buena vida,
que es de verdad bendecida
si te atreves a mirar.
No me canso de decirte:
Amigo, escucha mi voz.
No quiero decirte adiós
o intentar quizás, herirte.
Mi razón es bendecirte.
Amigo, escucha mi voz
(para no decirte adiós).
Te invito a salir del mundo,
porque ahí en lo más profundo,
yo sé que extrañas a Dios.
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Tu Constelación
Poetry¿Te has fijado en el cielo nocturno? Seguro que has visto las radiantes estrellas que hay en el firmamento y todas las historias que parecen contar, mientras realizan su gloriosa danza. Caballos, leones, arqueros y carros se unen cada noche y nos da...
