Almas

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Un alma subió al tejado,
a disfrutar del silencio,
y de a poco se entregaba
en las manos del Maestro.

Otra alma sube al techo,
justo en la misma hora,
para disfrutar del silencio
y para sentirse sola.

¡Oh, Alma adorable
que en penumbras te sumerges!
Observa y aprende,
de lo que tu hermana siente.

Un alma igual que tú,
con esperanza ahora,
que descansa en el Señor,
y ya no se siente sola.

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