Planet Chronicles: Levántate y pelea.

El Superviviente.

Crónicas del de corazón artificial, Fritz.

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Seis años, no sé si es el tiempo exacto, pero básicamente he vivido seis años ya. ¿Y cómo era mi sentir al respecto? Pues tenía un objetivo bastante claro: iba a convertirme en el mejor soldado de la armada de Silas y eso era todo, una vida sencilla, pero este concepto había cambiado demasiado en el transcurso de los últimos días.

Un día era el invisible Fritz, al que a nadie le valía un bledo su existencia, y al otro me convertía en un fugitivo bélico de alto calibre... Todo por decidir llevar una tarjeta conmigo, todo por hacerle casos a mis verdaderos instintos. 

Ahora estaba con sujetos que apenas conocía, pero que las circunstancias nos habían unido para escapar de las garras de Silas. Podría decirse que era un soldado, había cumplido mi sueño... ¿Pero cuánto tiempo podría sobrevivir para contarlo? Y sobretodo...

¿Que consecuencias me traerían al respecto?

Hubo risas y celebraciones tras el escape, tal vez demasiadas, pero una parte de mí me decía que no debía precipitarme a ello, una parte de mí me dijo que algo saldría mal. Recuerdo los misiles, también el enorme impacto que hubo en el momento, pero más que otra cosa lo que recuerdo es...

Su cuerpo inerte.

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PLANET CHRONICLES: Levántate y pelea

Capítulo veintiuno

Tras el ferpz choque había salido de la nave y por suerte todos estábamos bien. Incluso la frágil Hope estaba ilesa gracias a la fuerte arquitectura del transporte, pero por fuera era otra historia: la nave estaba en llamas y, a pesar del panorama desértico del planeta, nos encontrábamos en frente a lo que parecía ser una construcción hecha pedazos por nuestra nave, la cual estaba rodeada de flores marchitas y ennegrecidas.

No había rastro alguno de ciudades o pueblos y lo único cercano a una civilización que teníamos cerca era una especie de mansión gigante o palacio, misma en la que habíamos ya destruido una parte en nuestro aterrizaje.

Ante el humo, el fuego y los vientos arenosos de aquel aparentemente inacabable desierto, era díficil respirar siquiera, y sin ideas sobre el rumbo que podríamos tomar de ahora en adelante, los seis sujetos que habíamos logrado escapar de Silas Dumacci solo podíamos quedarnos parados allí, sin ideas y con muchas preguntas.

El chico humano era quien peor se veía, Samuel creo que se llamaba... Quien, mareado y molesto, dio unos pasos en el desierto antes de hablar.

—¿Dónde demonios estamos? —cuestionó ante el nocturno y vacío panorama del planeta.

Rockphant pareció hacerse la misma pregunta y le indicó con la mirada a su robótica asistente que necesitábamos respuestas. Ella comenzó a escanear el lugar con una luz azul, y con una palanca logró agarrar pequeños extractos de la superficie. Pronto su cara, que se podía ver en la pantalla, desapareció para llenarse de imágenes y datos geográficos del lugar, mismos que aunque existentes, eran excasos.

—Nos encontramos en Mov'Api, el planetoide móvil. —informó tras su labor—. La base de datos lo nombra como un planetoide de comerciantes, pero no hay muchos más datos respecto a el mismo.

—¿"Mov'Api"? Nunca nos hablaron en la escuela de Mov'Api... —Samuel exclamó, cada segundo más desconcertado que antes.

—Yo sí recuerdo haber aprendido algo de ellos, tengo conocimiento respecto a que es el hogar de los antofairos, pero no sobre su lugar en la guerra. —comentó Drake, antes de dar un suspiro y rascarse la nuca—. ¿Están con Sakerdan o...? —cuestionó con cierta preocupación en su tono, dirigiéndole la palabra a Hope.