Crónicas de la reina sin trono, Henalia Vancouver.
...
— Henalia... —me llamaba aquella voz tan reconocible pero al mismo tiempo tan difusa en mis recuerdos— Henalia.
— ¿Quién me habla? —cuestioné, pero sin tener respuesta alguna— ¡Responde! —grité con exigencia.
— ...
La voz femenina no siguió la conversación y entonces me quedé sola de nuevo, siendo acompañada únicamente por el silencio.
Dejé de intentar comunicarme con la voz y miré a los lados con curiosidad, viendo que ni una sola alma estaba allá, teniendo como única cosa que hacer el quedarme observando el lugar en el que me encontraba. Habían flores en todas partes y parecía estar cubierto por una neblina anormalmente espesa, viéndose el dichoso sitio de una manera bastante tétrica en ciertas instancias, pero que al final era superado por una paz absoluta que empezaba a contagiarme el alma.
El aire tenía una esencia fresca. Sin embargo, algo no cuadraba del todo. ¿Esto era un sueño? ¿Ya estaba muerta? Tenía demasiadas dudas, pero cuando ya comenzaba a pensar la voz volvía otra vez.
— Henalia... Henalia...
— ¡Muéstrate!
— ...
— ¡Muéstrate! —insistí, esta vez con algo de miedo.
Volví a mirar a los lados una vez más hasta que ella apareció sumamente molesta con su ropa fina y llena de maquillaje dándome una cachetada que tronó en niveles estratosféricos.
— ¿Mamá? —cuestioné ante el impacto, con lágrimas en los ojos, sintiendo como si me estuviese desmayando en esos precisos momentos.
...
— ¡¿Ahora sí me dirás dónde viven tus nuevos amiguitos?! —me cacheteó el pelirrojo caballero humano perteneciente al movimiento terrestre sumamente irritado.
Yo meramente me tambaleaba de un lado para otro, amarrada de pies, manos y alas, teniendo mi mente en un estado deplorable. No parando de llorar o de pedir ayuda con desesperación y coraje a quien sea que estuviese ahí, hasta que no pude más y comencé a reírme.
— Contesta cuando te pregunto. —se calmó respirando y exhalando— O te insertaré otra dosis. —comentó señalándome una especie de inyección, cuyo líquido ya se había vaciado por la mitad.
— ¡Dame más! ¡Dame más! —gritaba con una frenética actitud, mientras él daba una discreta risita.
— No te culpo, esta droga es sumamente adictiva, su majestad. —respondió dándome palmaditas en la cabeza— Provoca euforia, relajación y, por supuesto, el hablar con la verdad... ¿Pero sabes? Mientras más te inyecte con esto, tu ritmo cardíaco aumenta un poco más hasta que tu corazón deja de latir. Por lo que supongo que no quieres que tu buen amigo el general Jefferson te mate, ¿no? Así que dime lo que quiero saber y me iré en paz.
— ¿Qué quiere saber, mi buen amigo el gene... JA JA JA... General Jefferson? —cuestioné apenas aguantándome las inminentes ganas de reírme.
— Pues ya te lo he dicho, dime dónde residen los fugitivos de la Fundator. —ordenó mostrándome un holograma con fotos de Drake, Samuel, Rockphant y Fritz, respectivamente— El líder de tu parlamento, Giumir Balhausen, dice desconocer la ubicación y me dijo que tú la sabes, así que espero que cooperes de la mejor manera.
Yo comencé a reír nuevamente, pero no por el efecto de la droga que corría por mis venas.
— ¿Qué es tan gracioso? —cuestionó notándolo aquel soldado de los búhos robóticos, mientras yo le contestaba con otra pregunta.
![](https://img.wattpad.com/cover/210118109-288-k150721.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Planet Chronicles: Levántate y pelea.
Fiksi IlmiahUn mundo distante... El planeta tierra no existe y estos cinco individuos cuanto menos extraños, de alguna manera u otra harán contacto en esta gigantesca nave de guerra. No se dejen engañar por las apariencias, no teman en conocer a estos sujetos...