Planet Chronicles: Levántate y pelea.

De vuelta a la celda.

Crónicas del feroz sobreviviente humano, Samuel Adeodato.

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Una victoria impecable, un plan perfecto, una ejecución magistral... Demonios, ¡¿qué podía salir mal allí?! Todo había sido perfecto, pero al pequeño saco de varas se le había olvidado un pequeñísimo detalle que nos había mandado al carajo a todos. Uno pensaría que estaría exagerando, pero nos encontrábamos estrellados en ese planetoide "pacífico" en dónde nos disparaban con blasters y nos electrocutaban con látigos.

Y es que era algo bastante frustrante para mí. Toda mi vida se resumía a sobrevivir, era algo que siempre había sido parte de mí: sobrevivía a mi horrenda familia, a la guerra, a la pérdida de mi brazo y ahora a esto. El viejo Samuel se moría de ganas de salir y decir "esto es malo, me voy", pero las cosas ya no eran tan sencillas, aunque seguía siendo yo, ya no podía dejar a estas personas de lado aunque lo quisiese, no podría y por eso defendí.

Drake hubiese querido que huyese, pero decidí ayudar a Fritz aunque estuviese molesto, porque aunque él y yo rozábamos desde que nos conocimos, era uno de ellos, uno de mis salvadores. Y aunque explotaba de ira, debía ayudarlo.

Ahora me arrastraba en el suelo, lleno de tierra, enfrentándome a un adulto alado que me estrellaba ante la superficie una y otra vez, mientras yo trataba de golpearlo con mi brazo de metal.

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PLANET CHRONICLES

Capítulo 22

Estábamos ya en el espacio y no podía decir que me encontraba intranquilo, creo que era lo contrario. Todo lo difícil había pasado ya y todos nos llenábamos de orgullo tras nuestra victoria. Incluso Drake, quien había tomado posiblemente la decisión más difícil de su vida, se unió a la celebración. Discutimos paraderos y lugares a los cuales podríamos ir, pero había alguien que no decía nada.

— ¿Pasa algo, Fritz? —cuestionó Drake desde el otro lado de la nave.

El negó con la cabeza repetidamente, pero era muy sencillo leerlo en sus expresiones: algo no estaba bien.

— No pareces muy seguro de tu respuesta. —comentó sin filtro el sourdesian que se sentaba a mi lado— Si debes decir algo, dínoslo ahora.

La mirada de todos se fijó en él en ese momento e incluso Rockphant había dejado de ver los controles de la nave y me observaba con curiosidad.

— Bueno, esto...

— Escúpelo. —siguió presionando Blaze ante su nerviosismo.

— Leí en los protocolos de seguridad básicas de la Fundator que cuando había escapes se enviaban armas especiales para retener a quien deseaba salir de esta.

Yo boté parte del agua que tomaba de un vaso ofrecido por la I.A. de la nave. Era un dato de suma importancia y se lo había tragado... ¡¿Por qué?!

— ¡¿Y esperaste hasta ahora para decirnos?! —reclamé golpeando con su metálico brazo el asiento libre a su costado.

Él comenzó a juguetear con sus dedos nerviosamente y yo estaba impaciente por escuchar una justificación lógica.

— Tenía suficiente presión con la situación de Drake. Se-se me escaparon algunos pequeños detalles... Lo-lo siento. —dijo temblando

Una oleada de reclamos por parte mía y Blaze salieron a la luz, mientras Drake mantenía una estupefacta cara ante la situación, ya que al parecer ni él sabía de los protocolos de escape. Sin embargo, todos se callaron cuando Rockphant comenzó a reírse ridículamente calmado.