Era sábado por la mañana cuando su tono de celular levantó a Zafiro.
— ¿Um? – preguntó aún adormilada cuando contestó.
— ¡Zafiro! Voy a ir a casa de Tsuki a ver películas y jugar videojuegos ¿vienes? – preguntó Yamaguchi con mucha emoción.
Aquella chica no comprendía nada de lo que estaba sucediendo, se desperezó y comenzó a procesar las cosas.
— ¿Tadashi? – preguntó confundida.
— Oh perdón, creo que te desperté... – se disculpó el chico comprendiendo que no había entendido nada.
— No, está bien... Entonces... Ammm ¿A casa de Kei? ¿Está bien que vaya? Él... Podría enojarse – dijo Zafiro pensando lo que Yamaguchi había dicho antes.
— Eso será lo divertido – contestó Tadashi riéndose.
— Wow, no conocía esa parte malvada de ti Tada – rió ella también.
— ¿Eso significa que sí? – preguntó él.
— Sí, está bien – afirmó ella con una sonrisa.
Después de eso Zafiro se metió a bañar y se cambió antes de que Yamaguchi llegara por ella.
Una vez en camino comenzó a ponerse nerviosa, ¿cómo sería su casa? ¿Estaría su familia? Aquello era lo que más la ponía nerviosa.
Yamaguchi notó los nervios de Zafiro y le dedicó una sonrisa tierna.
— No te preocupes, dudo que se moleste por llevarte – dijo él
— Eso no me preocupa tanto como conocer a su familia... – admitió ella.
Tadashi comenzó a reír.
— No creo que debieras preocuparte por eso. Akiteru te amará, aunque creo que será un shock para él y su madre es muy amable, también te amará – explicó aún riendo un poco.
— ¿Akiteru? – preguntó confundida.
— Oh, es el hermano de Tsuki – aclaró el pecoso.
Eso la había confundido más, nunca le había dicho que tenía un hermano.
¿Por qué no se lo había comentado antes?
Llegaron a una reja de metal rodeada por paredes de piedra, en la parte superior derecha estaba una placa donde se leía "Tsukishima". Tadashi tocó el interfón, una voz profunda contestó amablemente.
— ¿Sí? – preguntó.
— Oh, Akiteru. Soy yo, ¿me abres? – preguntó Yamaguchi.
La reja se abrió automáticamente, su casa era realmente grande y bonita. Avanzaron hacia la puerta donde un chico de cabello castaño claro los esperaba.
— Oy, Tadashi. No sabía que vendrías el día de hoy – dijo aquel chico con una sonrisa.
¿Aquel era el hermano de Kei? Realmente parecía ser lo contrario a su novio.
Yamaguchi rió un poco.
— Digamos que es una visita sorpresa para Tsuki – contestó él.
Fue entonces que Akiteru volteó a ver a Zafiro, le sonrió amablemente.
— Hola, soy Tsukishima Akiteru. Mucho gusto – se presentó.
— Hozumi Zafiro, encantada de conocerte – respondió ella con mucho nerviosismo mientras hacía una reverencia.
Aquel chico los dejó pasar, se notaba que quería preguntar algo pero esperó hasta que estuvieran dentro.
— Disculpa que lo pregunte pero ¿Tú y Tadashi están saliendo? – dijo Akiteru después de haberles ofrecido algo de tomar.
Yamaguchi rió bastante fuerte y Zafiro negó con la cabeza mientras movía las manos en forma de negación también.
— No, no. Soy novia de Kei – dijo ella.
La cara de Akiteru cambió por completo. Salió corriendo.
— ¡KEEEEEEIIII! – gritó mientras entraba al cuarto de su hermano.
— ¿Qué? – preguntó Tsuki mientras bajaba el libro que se encontraba leyendo en su cama.
— ¿Por qué no me dijiste que tenías novia? – preguntó Akiteru.
— ¿Um? ¿Por qué debía haberte dicho? Y deja de entrar sin to... – Kei dejó la frase sin terminar al ver a Yamaguchi y Zafiro atrás de su hermano. — ¿Ustedes que hacen aquí? – viendo principalmente a Zafiro.
— Oh bueno... Este... Tadashi me trajo – contestó ella.
Tsuki le dio una mirada asesina a su amigo.
— ¿Qué tiene de malo? Están saliendo – contestó el pecoso cubriéndose la boca mientras reía.
— Así que todo esto fue obra tuya... – contestó enojado, mientras se paraba de la cama.
— No puedo creer que mi hermanito tiene novia – dijo Akiteru mientras abrazaba a Kei, sin embargo este lo quitó de inmediato.
— Cállate, Akiteru... –
Después de aquello les pidió un minuto para cambiarse y limpiar un poco para finalmente dejarlos entrar a su cuarto.
Aunque siguió molesto con Yamaguchi y le preocupaba un poco la presencia de su novia ahí, Kei se permitió divertirse un poco y comenzaron a jugar y ver películas comentándolas después.
En la tarde mientras jugaban entró alguien al cuarto de Tsuki llamando la atención de todos.
— Les traje bocadillos – dijo quien Zafiro pensó era la madre de Kei.
Se paró rápidamente y recibió los bocadillos con una reverencia.
— Muchas gracias – contestó Zafiro.
— Disculpa mucho por no tener algo especial para ti, espero que la próxima vez Kei me diga que vienes. Por lo mientras te haré un pastel casero – dijo la madre de aquel chico.
—No tienes porqué, mamá – dijo Kei intentando quitarle importancia que su novia estuviera ahí.
— Me gustaría ayudarle con el pastel– contestó Zafiro.
Aquella señora sonrió amablemente y asintió con la cabeza.
Kei chasqueó la lengua en forma de desaprobación y siguió jugando.
Zafiro fue hasta la cocina al lado de la mamá de Tsuki, no sabía muy bien cómo dirigirse hacia ella pero se veía que era una persona muy amable.
Era más alta que ella, lo cual la hizo sentir aún más pequeña de estatura, y su cabello era corto del mismo castaño claro que Akiteru; fue entonces que se preguntó si era el padre de Kei quién era igual de rubio que él.
— Quiero disculparme por mi hijo. Puede ser realmente engreído, no puedo creer que haya conseguido a una chica tan lindo como tú, Zafiro-chan – dijo ella mientras comenzaba a poner las cosas necesarias para hacer el pastel.
Zafiro sonrió.
— No se preocupe, no es necesario ya estoy acostumbrada. Kei... Puede no haberme contado nada sobre él, contestar mal y ser frío pero es una buena persona. Supongo que hay una razón para cada quien de ser así – contestó Zafiro sonriendo.
— Eres muy comprensiva y muy linda, Zafiro. Gracias por querer así a mi hijo –
Después de aquello se apresuraron a terminar para poder dar una buena probada a lo que cocinaban.
Aquello les había llevado toda la tarde, ya que también habían cocinado la cena, por lo que se había hecho de noche una vez que habían terminado de cenar y comer el postre.
— Quédate esta noche, Zafiro – pidió la madre de Tsuki cuando vió la hora.
— ¿Ehhhhhh? Pero... No quiero ser una molestia, ni siquiera tengo una pijama para pasar la noche – comenzó a decir Zafiro pero la interrumpió Akiteru.
— No es ninguna molestia, puedes quedarte en mi cuarto, Tadashi y yo nos quedaremos en el de Kei y apuesto a que una playera de Kei te quedaría como pijama – dijo aquel chico amablemente.
Kei puso los ojos en blanco.
— No te voy a llevar a esta hora a casa, sería una molestia – dijo en tono seco.
Zafiro sonrió y aceptó aquello.
Akiteru limpió su cuarto y acomodó un par de cobijas para Zafiro dejándole también la playera que Kei le había prestado para utilizar de pijama.
Aquella chica se emocionó mucho cuando vió que era la playera del equipo de voleibol la que le prestó, se cambió de inmediato y se vio en un espejo de cuerpo completo que tenía Akiteru.
— Maldito megane de dos metros... – se quejó al ver qué la playera le llegaba a la rodilla.
Intentó ir a dormir sin mucho éxito y después de dar vueltas en la cama decidió salir por un vaso de agua, sin embargo no era la única.
Justo cuando abrió la puerta encontró a su novio en el pasillo, justo frente a la puerta del cuarto de Akiteru.
— Kei... – dijo ella con una sonrisa.
— Realmente eres enana – se burló él al ver cómo le quedaba la playera.
— Idiota... No es mi culpa que midas dos metros – contestó ella cruzando los brazos.
— Uno noventa punto uno – corrigió él.
— Bueno, el punto no es ese... ¿Qué haces aquí? – preguntó ella cambiando de tema.
Tsuki se sonrojó ligeramente y volteó para otro lado.
— Nada... Yo... No podía dormir... Y amm... – contestó él.
— ¿Quieres pasar? – preguntó Zafiro, sabía que nunca iba a admitir que había ido a verla.
Kei aceptó.
Se sentaron a platicar, Zafiro comenzó a hacerle varias preguntas sobre cosas que él nunca le había contado. Logró sacar la historia sobre la razón por la que no se llevaba bien con su hermano y también le contó un poco sobre su padre, quien según sus palabras "ya no estaba con ellos"; no preguntó mucho a qué se refería con aquello, no quería presionarlo.
Al final se acomodaron para dormir juntos, ambos agradecieron que la cama de Akiteru era lo suficientemente grande para ambos.
Aún así, Kei la abrazó para dormir. Zafiro estaba un poco impresionada por aquello, no era algo normal en aquel chico.
— Sé que no soy bueno demostrándolo... pero... Zafiro, te quiero – admitió aquel chico.
Ella se dio la vuelta para verlo a los ojos abrazándolo fuertemente.
— Yo también te quiero, Kei – fue lo único que contestó antes de cerrar los ojos para finalmente quedarse dormidos.
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Te Quiero Aunque No Te Guste ~ Finalizada
Fiksi PenggemarZafiro se enamoró de Tsukishima Kei viéndolo jugar, sin embargo no fue lo mismo una vez que tuvo oportunidad de conocerlo. Su actitud simplemente era horrible para ella, pero aún había algo...