Te quiero papi inci 1.11 Mi gran aventura

CAPÍTULO XLVII Más seguro para ti

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Otro capítulo reviviendo los recuerdos de Rockin.

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Narra Rockin

(Día)

Me tomaría horas en encontrar una cueva o escondite en el que dormir y quizá vivir con mi hijo, ya había buscado algo parecido en el pasado pero no tuve éxito, aunque como la última vez que lo hice fue hace muchísimo, es posible que algunas cosas hayan cambiado y que esta vez sí logre hallar lo que buscaba.

Mientras caminaba por el bosque con aquel bebé que reclamé como mío, hablaba con él intentando comunicarme de manera simple creyendo que así hablaría de nuevo o dijera otra cosa, pero no respondía a absolutamente nada de lo que le preguntaba, ya había descartado la posiblidad de que simplemente sea muy tímido.

Rockin:No se cuántas veces te lo pregunté, pero, ¿Qué hacías en medio del bosque? ¿Dónde están tus padres?

Sucedió lo que ya pensaba que era lo que esperaría; lo único que hizo fue contemplarme cuando pregunté.

Rockin:¿Tienes amnesia, eres mudo o qué?

Creo que también tendré que enseñarle a hablar porque parece que lo olvidó, eso puede significar que estuvo ahí tanto tiempo sin hablar con nadie que ya olvidó cómo.

Seguía caminando en busca de un buen lugar al que llamar "hogar", mirando en varias direcciones para ver si lograba observar algo y estar alerta.
Pero como ya había pasado mucho antes, lo pude ver ningún lugar lo suficientemente seguro como para vivir.
Además podía oír que estaba algo cerca de la ciudad, por lo que pensé que sería buena idea ir en busca de comida para nosotros, pero hacerlo sosteniendo a mi hijo lo volvería más difícil de lo que ya era además de que también era de día.
Entonces me di la vuelta y me propuse a buscar en otros lugares, visitando partes del bosque que no vi antes...
Como otra cosa extraña, una mujer apoyada en un árbol, no alcanzaba a ver bien por estar lejos de ella y mirándola escondido detrás de unas ramas y arbustos.
Ya estaba pensando en irme y continuar con mi búsqueda pero otra cosa captó mi atención haciendo que permanezca donde estaba.
Un joven hombre se aproximaba al aquella mujer y en cuanto lo oyó movió su cabeza en dirección a ese hombre para verlo pero solo por un momento para luego volver a girar su cabeza.

Hombre:Estás molesta, lo sé.

Quizá pelearon por algo.

Mujer:No tanto, solo estoy decepcionada.

Hombre:¿Decepcionada por qué? Sabes que no fue tu culpa.

Mujer:Independientemente de eso, no podré dejar de sentirme mal.

Me encantaría saber de qué es lo que hablan.

Hombre:Mejor vamos a casa, lo discutiremos allí.

Mujer:Sí o lo convertiremos en una discusión de verdad.

Esas dos personas empezaban a tomar rumbo a su casa como lo dije aquel hombre, y también me alejaría para posiblemente jamás volver a verlo.
Pero, por mala suerte, el bebé tuvo que hablar en un momento en el que prefería ser sigiloso.

Bebé:Pa-

Apenas oí que estuvo por decir la única palabra que podía, le tapé la boca para que esas dos personas no me descubran.
Pero al hacerlo tan rápidamente moví algunas ramas y en consecuencia, también hice un poco de ruido.
No estaba seguro si me escucharon a mí o al bebé pero, por una de esas dos razones, la mujer volteó y dirigió su mirada cerca de mi dirección luciendo extrañada.