Príncipe Heredero - S.S

22. Hermanos McCartney.

Veo a los chicos de la manada mirar a mi novio con recelo, no digo nada por que sinceramente necesito una explicación de lo que intentaba decirme Adam sobre el vínculo.

— Será mejor que nos vayamos —digo después de un rato de silencio.

— ¿Que haremos con la chica? —cuestiona Isaac.

— No creo que sea un peligro, pero si quieren pueden mantenerla vigilada, pues veo que la conocen —hago referencia a lo que dijo Lydia.

— Stiles, debemos hablar con tu novio —espeta Scott.

— Eso lo harás después, por ahora yo quiero hablar con él —sentencio— por cierto tú y yo hablaremos también.

Sin nada mas que decir, me alejo de la manada con Adam a mi lado. Caminamos en silencio entre los arboles, cuando salimos del bosque y aparecemos en la parte trasera del instituto, me doy cuenta que el timbre ya a tocado por lo tanto ya todos han de estar en las clases, no teniendo otra opción nos retiramos del instituto.

Montamos el Jeep, esta vez conduzco yo, Adam me mira sin decir nada.

— ¿Que es lo que trataste de decir en el bosque? —pregunto después del largo silencio sin dejar de mirar por la carretera.

— Los hombres jaguares, cuando nacemos nuestros ojos son amarillos, mis padres me decían que los ojos tomaban su verdadero color cuando un hombre jaguar encuentra a su pareja y su vínculo se vuelve fuerte —cuenta— el de mi padre es rojo, lo que lo define como de la jerarquía alta, la de mi madre es verde siendo ella de jerarquía media, por el momento en el grupo aun na hay nadie que de jerarquía baja, los ojos de los de la jerarquía baja son de un tono azul.

— ¿Entonces tus ojos cambiaron por que nuestro vínculo de pareja se hizo mas fuerte? —inquiero, todo esto es raro para mi, Adam asiente— dijiste que solo queda un paso mas para que el vínculo de pareja se complete ¿cual es?

— Este... Bueno —repentinamente Adam se pone nervioso y sus mejillas tomas el color rojo de un tomate— es... Es... Bueno... Debemos hacer el amor —musita.

Freno de golpe, eso me a tomado desprevenido.

— ¿Ha-hacer el amor? —repito como pregunta mirándolo.

— Si.

Volteo hacia al frente con el rostro rojo. Nunca había pensado en eso, bueno tal vez una que otra vez, pero ahora viniendo esas palabras de Adam me hizo sentir nervioso, no por el hecho de que no quiera hacerlo con él, mas bien es, por que nunca lo e hecho nunca, soy virgen, mas que una niña de quince años.

No tengo idea de que es lo que debo hacer en un acto como eso.

— Stiles, tranquilo, ¿Si? Yo no te voy a presionar, jamás lo haría, esperaré hasta que tú estés listo —apoya una de sus manos en mi hombro— no solo debo de pensar en mi o en mi placer, si no que también debo pensar en el tuyo, no te había dicho nada de esto por que no quiero que pienses que lo único que quiero de ti es sexo —aprieta un poco mi hombro— te amo, por esa misma razón voy a esperar por tí, respetaré tus decisiones.

— Gracias, Adam, yo la verdad... —me quedo callado un momento— no estoy listo, tengo miedo en ese acto, pero cuando lo esté te aseguro que seré el primero en lanzarme a ti —le digo con una sonrisa ladina.

— ¿A sí? —sonríe de lado.

— Aja —sonrío— así que eres como un alfa, ¿No? —lo miro de reojo, él asiente— ¿En tu familia hay mas hombres jaguares de jerarquía alta? —cuestiono.

— La verdad no, solo mi papá es el alfa, el único que adquirió ojos rojos —admite— todos son de jerarquía media, creí que yo también lo sería, por lo tanto estoy algo sorprendido de que mis ojos sean rojos, pero a la vez estoy feliz, pues eso significa que seré mas fuerte de lo que ya soy, además así podré protegerte mejor —parece realmente feliz por eso.