10. Celos de Adam.

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Un día martes por la tarde después de clases es la mejor y es mucho mejor si no dejan tarea en ninguna de las materias.

Ya a pasado un mes desde que papá me contó toda la verdad de mi pasado, desde ese día el está mas al pendiente de mi y gracias a Deaton e empezado a desarrollar mis poderes, pero solo son unos cuantos, como el agua, recuerdo muy bien el día que apareció ese poder, estaba listo para ir al instituto y solo me faltaba cepillarme, recuerdo que salí corriendo del baño pues tenía que ir por Adam a su casa, por lo apurado que estaba no vi que mi papá venía en mi misma dirección con un vaso de agua y por un tropiezo suyo casi se cae soltando el vaso con agua, el liquido iba a derramarse en mi, cerrando los ojos y por acto reflejo alcé mi mano con intensión de proteger mis ropas, pues ya no tenía tiempo para volver a cambiarme, pero algo raro pasó, el agua jamás llegó a mojarme siquiera una gota, abrí los ojos y al hacerlo me llevé una gran impresión, frente a mi el agua estaba elevada, miré a mi padre y vi que se encontraba igual que yo.

Tragué duro, para poder saber si era yo quien había hecho eso, comencé a mover los dedos de mi mano, conforme lo hacía el agua comenzó a moverse, moví mi mano con delicadeza formando una bola de agua, con ligeros movimientos de mi mano guíe la bola de agua hacia el lavaplatos, dejando caer mi mano el agua simplemente cayó de golpe en ella. De verdad que no podía creer nada de ello, pero lo había hecho yo. Fue impactante. Pero lo mas asombroso fue lo que pasó después de unos días, tuve uno cortada algo grande y profunda en mi dedo cuando estaba cocinando, la llevé rápidamente a la llave y abrí el grifo para lavar la herida, mas la herida, apenas el agua le tocó se fue cerrando con rapidez ante mis ojos. Se lo conté a mi papá y él junto conmigo fuimos a ver a Deaton para decirle sobre el descubrimiento, Deaton nos explicó que al parecer el agua era como mi poder de curación, ahí fue donde comprendí lo que pasó en la casa de Adam con las heridas. El contacto con el agua curó todo.

También aprendí a crear pequeños remolinos de aire en la palma de mi mano, pero Deaton me dijo que podía volverlas mas grande e indestructibles. Como un tornado de aire. Estos últimos días me está intentando enseñar a invocar el rayo, pero es demasiado difícil, por más que lo intento no lo logro. Lo que me hace pensar como fue que ese día pude hacerlo, o tal vez no fui yo, Dios, es muy confuso.

Camino con Adam a mi lado, hablando de su tarde del día anterior, de como tuvo una pelea con un león de montaña, siendo ambos animales felinos, dijo que la pelea estuvo en su máximo divertido.

— ... y luego el León intentó encajar sus dientes en mi cuello, pero fui rápido y yo terminé haciéndolo, estuvo demasiado divertido —Relata con entusiasmo— hubieras estado ahí.

— Si claro, ¿Para que termine comiéndome a mí?  —Le miro acusadora mente.

— Claro que no, jamás dejaría que te hubiera tocado un solo cabello —Exclama y pasa su brazo por sobre mis hombros.

Me acerca mas a él por lo que yo lo abrazo por la cintura, esto es muy cómodo, noto como algunos chicos y chicas voltean a vernos, todavía hay malas miradas en algunos de ellos, pero ya no me intimidan como el primer día que Adam se comportó así de cariñoso, por que para este chico no hay un solo momento que no haga cosas cursis o me abrace frente a todos y ni hablar de todas las veces que me lleva a mis clases cuando nuestros horarios no concuerdan, siempre debe dejar un beso en mi frente. Y la verdad ya me e acostumbrado.

En todo este tiempo, aun no le e dicho nada acerca del tema de brujo a Adam, no es que no quiera hacerlo o no confíe en él, es solo que no se como decírselo. No puedo llegar a él y decirle de golpe— Eh, Adam, soy un brujo, alégrate —No, simplemente, no. Pero de lo que si estoy seguro es que si le voy a contar, tarde o temprano pero lo haré.

Príncipe Heredero - S.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora