Prólogo

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Escape

"Unos segundos de libertad"

P.O.V. Kiara
Hoy el sol brillaba, los pájaros cantaban... todo era perfecto.
Estaba recostada en el pastizal mirando al cielo, escuchaba el canto de los grillos y la leve brisa que movía mi cabello, todo tranquilo hasta que... Escucho a los guardias, gritando mi nombre y pidiendo que regresará.

¡Ya estoy harta de que me sigan!; me levanté del suelo y empecé a correr como si no hubiera un mañana.

– ¡PRINCESA KIARA! –oh no, me descubrieron– ¡POR FAVOR REGRESE, SUS PADRES ESTAN MUY PREOCUPADOS! –gritó uno de los guardias.

Yo ruedo los ojos, mis padres no deberían preocuparse, saben que yo salgo y siempre vuelvo, se cuidarme sola. O sea, vamos, tengo 17 años, ya estoy grande, pero ellos no lo entienden.
Ignorandolos completamente, sigo corriendo.

Como estaba sumida en mis pensamientos, no me había dado cuenta de que los había perdido, así que me relaje y empecé a caminar.

El lugar era algo extraño, diferente a Pridelans en todo sentido.

– Mmm, nunca había estado en este lugar –me susurre a mi misma– ¡Ah! Claro, son las lejanías.

En sitio en donde me encontraba, no había vegetación, estaba todo seco y lo único que se consideraría "vida" en este lugar serían los árboles quemados. Tal y como me lo dijo mi padre.

Seguiría recorriendo el lugar, de no ser por que escuché un ruido detrás de mí, como si pisaran hoja secas, me sobresalte pero sólo un poco para que no se notará. Seguí caminando como si nada, ya que tenía un plan.

Di unos pasos mas... Y me di la vuelta, me puse en guardia y saqué mis garras. Pero lo que vi me sorprendió.

P.O.V. Narradora

La chica de ojos avellana, miraba sorprendida a un chico de ojos esmeralda, piel morena y el cabello castaño oscuro, traía puesta una camiseta negra, pantalones estilo militar y zapatillas blancas, su edad era de 19 años, mas ella no bajaba la guardia, pues era un desconocido, pero... a la vez conocido, que extraño no?

– ¡¿Quién eres, y que haces aquí?! –dijo el ojiverde con seriedad y con voz amenazante, más kiara ni se inmutaba, no le tenía miedo a casi nada.

– ¿Por qué me seguías? –dijo Kiara, con ese semblante serio que heredó de su padre– yo no soy la que debe dar explicaciones niño.

– ¡A mi no me hablas así! –dijo acercandoce amenazadoramente hacia la rubia– te pregunte algo, ¡Respondeme!

La princesa no retrocedió, seguía sería, cosa que al ojiverde le sorprendió.

– Mira, yo no soy la que debe de dar explicaciones, –dijo ella, viéndolo a los ojos con seriedad– también te pregunté algo y quiero que me respondas.

P.O.V. Narradora
En Pridelans, dentro del Palacio, en la sala de trono se encontraban los guardias que habían estado persiguiendo a Kiara por toda el pueblo, y ahora tenían que lidiar con el preocupado y enojado Rey Simba.

– ¡¿COMO ES QUE NO LA ENCONTRARON?! –exclamó él Rey enfurecido.

– Simba calmate, ya sabes como es Kiara –dijo la Reina Nala– le gusta ser libre, no le quitemos esa felicidad.

Miró a su esposa por unos segundos, sus bellos ojos celestes mostraban tranquilidad, pero ella en el fondo estaba un poco preocupada por su pequeña.

El rey se tranquilizó un poco, pero no del todo, sentía preocupación por que a su amada princesita le pasará algo malo, no quería sufrir otra vez la pérdida de un hijo.

Y sentía furia porque los guardias no lograron encontrarla, mas sabe bien, que esas clases de defensa que le dieron a Kiara, servirían para que ella se defendiera de cualquier peligro que la rodeara.

– ¿En qué dirección se fue? –pregunto Simba.

Los guardias se miraron nerviosos unos a otros, algunos bajaron la mirada y otros negaron con la cabeza– No lo sabemos majestad, disculpe.

Golpeó la mesa mientras maldecia– Retirense –le dijo Simba a los guardias, pero ellos no se movían, pues se quedaron paralizados por como el Rey se descontrolo– dije, RETIRENSE –grito Simba ya hartó de la situación.

Y sin mas los guardias se marcharon, no sin antes hacer una leve reverencia. Simba se sentó en su Trono, para llevar sus dedos al puente de su nariz, y después suspiró.

– Ya no te estreses, Simba –dijo Nala mientras se levantaba para ir hasta donde su esposo y hacerle masajes en los hombros– Ya regresará, siempre lo hace y lo sabes, no tiene sentido que te angusties tanto.

– Si, ya lo sé, pero eso no quita que no me preocupe –dijo el pelirrojo– ella sabe que no puede salir sin mi permiso y por eso e tomad- –fue interrumpido por Zazu que entró algo agitado y con una leve preocupación.

– Majestades –dijo jadeando.

– ¿Que ocurre Zazu? –dijo la Reina viéndolo extrañada.

– ¿Que te ha sucedido? –preguntó Simba.

– e-estaba bus-buscando a la pr-princesa y... –dijo Zazu, pero seguía agitado y eso le impedía continuar hablando.

– ¿Y? –dijeron los Reyes a unísono.

Tomo aire‐ La vi en la le-lejanías con un forastero –dijo casi recuperado.

– ¡¿QUE?! –dijeron otra vez al unísono. :v

P.O.V.  Kiara
Estaba frente a ese chico, bastante lindo, en especial sus ojos, (que me recuerdan a alguien por cierto) pero eso no es lo importante, estaba acorralada por ese niño contra uno de esos árboles, él intentaba intimidarme, pero no lo lograba.

– Alejate –le dije advirtiendole.

El rió con arrogancia y después me sonrió. (Conozco esa sonrisa)

– Y si no lo hago, ¿qué? –dijo el mientras me miraba a los ojos– ¿tu papi me golpeara y te salvará? –dijo con un tono burlón.

– No, él no lo hará –dije para después pegarle en la garganta con mi mano, haciendo que se ahogue con su propia saliva y me soltase, le di un golpe en los bajos para que se agachara y por último, antes de que se levante lo agarré del hombro para empujarlo con todas mis fuerza hacia el suelo y quedará boca abajo– lo haré yo.

Holis :3 

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Bueno me despido BYEEE


Palabras: 1043

Lo Que Empieza Como Una Locura, Termina Siendo Lo Mejor De Tu VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora