IV

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Jung Hoseok se consideraba amigo de Taehyung, a pesar de no ser particularmente cercanos, sin embargo, ver a su ex novio destrozado de esa manera y la forma sospechosa en que todo ocurrió, le forzaron a hablar.

- Tae estuvo tratando de detenerte... - comentó, mientras Seokjin soltaba el aire de golpe - Él quiso que se marcharan, en cuanto notó que estabas comportándote extraño...

- Dios mío - Kim hundió su cabeza entre sus manos abiertas.

- A pesar de eso, TaeTae esperó por casi una hora a que tú recapacitaras y notaras lo molesto que él estaba, pero se cansó - siguió contando, debido al mutismo del pelinegro - Aunque Jungkook lo retuvo y lo acompañó en todo momento, reconfortándolo y diciéndole que tuviera paciencia - Jin no podía sentirse más miserable - Le decía que no podía dejarte solo en ese estado, porque habías bebido mucho y fuera como fuese, tú eras su novio - Jung no se sentía muy cómodo al decir todo lo que estaba soltando, pero Seokjin fue por respuestas - Incluso, le escuché decir, que una vez que llegaran a casa, ustedes podrían hablar de lo ocurrido... ese chico es un gran amigo... De todos modos, Tae insistió en sacarte de ahí... pero, tú lo apartaste como a un perro - continuó diciendo, sintiendo como el chico a su lado se desmoronaba - Y luego te fuiste a besar a las chicas con las que apareces en la primera foto.

La mirada deshecha de Kim se alzó, siendo incapaz de procesar y asimilar todo lo que el pelirrojo le contaba. Simplemente, su mente se negaba a aceptar que él hubiera sido capaz de ponerle un solo dedo encima al amor de su vida. Era una idea inconcebible.

- ¡Ahhg! - soltó un gruñido de lo más profundo de su pecho, deseando morir. Se jaló las hebras de cabello azabache, llorando amargamente su mala fortuna, y la manera tan inaceptable en que su bella historia de amor, se había ido al demonio.

Lloró por un largo rato, y Hoseok sólo se mantuvo en silencio, a su lado, esperando a que se calmara.

Derrotado y con el ánimo por los suelos, se despidió del pelirrojo y agradeciendo nuevamente su ayuda, se marchó de regreso a su departamento. Por su cabeza cruzaban mil pensamientos por segundo, principalmente intentando imaginar cómo se sintió Taehyung en ese momento, al ser ignorado y apartado de tal manera por él. ¡Dios!, quería pegarse un tiro en las bolas. Nada tenía sentido para Seokjin, no encontraba una justificación o una mínima razón para haberse comportado como un completo infeliz... y sus conjeturas recaían sobre una misma cosa... Alguien tuvo de darle algo. Pero, ¿quién? ¿qué? ¿por qué? ¿en que momento? Y, lo más importante ¿para qué? ¿qué quería conseguir esa persona? ¿separarlo de Taehyung? ¿ridiculizarlo en internet? ¿sería la venganza de algún enemigo? Porque el pelinegro no era el amigo de todo el mundo, pero que él supiera, tampoco había hecho un mal tan grande a una persona para que quisiera cobrársela de esa forma tan extrema.

Por eso, incluso la idea de que le hubieran drogado, sonaba exagerada.

Se tendió en la cama, sin comer ni bañarse. No tenía energía ni siquiera para quitarse los zapatos, por lo que simplemente se durmió, entre recuerdos de Tae y él, cuando eran felices.

Jin caminaba tranquilo, tomando la cintura de su novio, entrando en casa de Hoseok. La música sólo era un molesto zumbido dentro de su cabeza y la gente pasaba a su alrededor como un borrón confuso y abstracto. Se sentaron en la barra, con intenciones de pedir algo de beber. Taehyung iluminaba el oscuro lugar con su sonrisa angelical. El rubio le dijo algo que Seokjin no pudo determinar, al tipo tras la barra, y luego se sentó en su regazo, abrazándolo con ternura y besándole. El pecho del pelinegro se sentía cálido por tenerle junto a él, tan feliz y sonriente...

¨Forgetting¨ [JinTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora