XI

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El pelinegro estaba batallando con la toalla, para salir a toda prisa de la ducha, pues su teléfono no dejaba de sonar. Llegó a él, con el cuerpo mojado y su cabello azabache goteando por doquier, para descubrir que se trataba de un número desconocido. Ante la duda, contestó de todos modos, ya que, ya estaba allí.

- ¿Diga? – respondió.

- Buenos días, ¿estoy hablando con Kim Seokjin? – dijo el sujeto desconocido del otro lado. El aludido frunció el ceño.

- Sí, ¿quién habla? – cuestionó, ante la inseguridad que le producía el que conociera su nombre.

- Hola, Jung Hoseok se contactó con mi amigo, diciendo que quería hablar de algo conmigo – explicó, y el ceño de Jin se fue relajando conforme el hombre hablaba – Soy el barman, que estuvo en la fiesta de Hobi hace dos semanas.

- Oh, sí, lo siento... yo... - el pelinegro miró a su alrededor, sintiendo su corazón latiendo a toda prisa – Sí, estoy... estoy en una búsqueda y, Hoseok me dijo que tal vez podrías ayudarme con eso...

- ¿Para qué soy bueno? – el tono alegre del barman, le infundía esperanzas.

- No es algo que pueda comentar por teléfono – razonó - ¿Podemos juntarnos en alguna parte para hablar mejor?

- Sí, por supuesto – ante la afirmativa respuesta, ellos determinaron un lugar y hora para encontrarse, finalizando la llamada.

El pelinegro corrió por el cuarto, rebuscando por ropa, tomando un par de jeans rasgados en las rodillas y una gran sudadera negra. Sacudió su cabello aun húmedo, secándolo desprolijamente con la toalla y acomodando una gorra para ocultar el desastre que era. Tomó sus llaves y salió en la dirección acordada, para juntarse con el barman.

Al llegar, el hombre ya estaba allí y ellos se sentaron en la cafetería para hablar más cómodamente.

- Este es el chico – Seokjin deslizó su celular por la mesa, dejándole ver la imagen retocada por su amigo.

- Sí, lo reconozco – asintió – Su nombre es Min Yoongi – detalló y los ojos de Jin casi saltaron en sorpresa, ante la nueva información adquirida. Él no esperaba llegar tan lejos, mucho menos, obtener algo así como un nombre. A lo sumo, pensaba dar con una descripción vaga o, tal vez, el nombre de la facultad a la que pertenecía, si era suertudo, pero esto era otro nivel.

- ¿Cómo estás tan seguro? – se permitió dudar, pues no creía en su buena suerte.

- Porque el día de la fiesta, él estuvo con otro chico... creo que su nombre era Jungkook... - el pelinegro casi escupió el café que había empezado a beber – Ellos fueron los primeros en llegar, y bebieron juntos un rato... después el castaño recibió una llamada y ellos se separaron – narró cada cosa ocurrida, ante la mirada atónita del chico pálido – Sólo escuché parte de su conversación, entre eso sus nombres, pero no los conozco ni tengo mayor información... - aclaró, aunque Kim no necesitaba más que eso – Después llegaron tú y el chico rubio que te acompañaba y cuando quedaste solo, ese chico volvió y habló un poco contigo – continuó – Aunque, tú estabas muy ebrio... pero, yo no te vi beber casi nada, ¿es que habías bebido antes de ir a la fiesta? – cuestionó.

- Me tendieron una trampa – pudo decir, esta vez sin ninguna duda de ello – El tipo ese, le puso algo al trago que me dio... seguramente alguna droga... ¡Maldición! – las mil imágenes que pasaban por su cabeza, atormentaban al pelinegro – Todo este tiempo, perdido por culpa de ese pendejo de mierda...

- ¿Disculpa? – el barman le miró, confundido con sus palabras.

Seokjin le narró toda la historia de su ruptura, sintiéndose en confianza con aquel agradable sujeto, que luego supo que se llamaba Park Chanyeol. Le contó de Taehyung y su amistad con Jungkook, además de la extraña coincidencia de que ahora se estuviera quedando en casa, precisamente, de él.

¨Forgetting¨ [JinTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora