XVI

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Siguiendo los puntos en su plan; Jimin se encargó de preparar el lugar, que sería la sala de su departamento, mientras Seokjin y Namjoon conseguían un micrófono espía y una diminuta cámara, para tener las pruebas necesarias y demostrar finalmente la inocencia del pelinegro.

- ¿Qué es esto? – maldijo Nam, al verse atrapado en un tráfico con el que no contaban - ¡Maldición! – le soltó un golpe al volante.

- No puede ser... ya son casi las cinco – se quejó el otro, mirando su reloj de pulsera – Si llega antes que nosotros a tu departamento, no tendremos manera de grabarlo.

- Jiminnie es muy inteligente, hyung – lo intentó calmar – De seguro, hallará la manera de conseguir algo que le demuestre la verdad a Taehyung.

- Agh... - dejó su cabeza caer en el asiento – Comienzo a pensar que vendí a mi país en mi otra vida... parece que nada me sale bien.

Namjoon le dio una mirada compasiva al mayor, entendiendo su angustia al haber sido testigo de su sufrimiento estas tres semanas.

~o~

El timbre resonó en la residencia Kim-Park, y Jimin le dio una mirada a su amigo, indicándole silenciosamente que se ocultara en la cocina, para que pudiera oír todo lo que allí pasara. Taehyung obedeció, luego de asentir con su cabeza, dejando la sala completamente vacía.

Mentalizándose, como lo había hecho al llamarlo, Jimin abrió la puerta, completamente sumido en el papel que interpretaría a continuación. Frente a él, un peculiar chico, algo mayor que él, le miraba con curiosidad. Era guapo y lucía un cabello azabache, además de unos ojos felinos.

- ¿Tú eres quien me llamó? – preguntó, sonriendo satisfecho de que el dueño de casa fuese así de atractivo.

- Hola, cariño – saludó, apoyando la cadera en el marco de la puerta – Te estaba esperando – le guiñó un ojo y el otro cayó perdido por él. Jimin sabía de lo que era capaz, con un poco de coquetería, por lo que no le sorprendió ver aquella expresión embobada en su gatuno rostro - ¿Quieres pasar? – ofreció.

- S-sí – asintió con su cabeza, entusiasta, entrando a la boca del lobo, sin saberlo.

- Ni siquiera nos hemos presentado – hizo conversación, mientras caminaba hacia la sala, dándole la espalda al chico, aprovechando de mensajearle a su novio que el objetivo ya estaba en el blanco, para que no fueran a entrar de improviso, arruinándolo todo.

Las cartas ya estaban echadas y no se podía hacer más que confiar en que el tipo desembuchara toda la información necesaria para convencer a Taehyung, de que Jin cayó en una cruel trampa.

- Soy Jimin – se volteó, guardando discretamente su móvil en el bolsillo trasero del pantalón.

- Tu nombre es hermoso, como tú – lo elogió y Park se vio obligado a sonreír, pretendiendo estar encantado con el cumplido – Yo me llamo Yoongi – y el otro no pudo pensar otra cosa, además de que el tipo era un idiota, por entregar su verdadero nombre tan confiadamente.

- Hmm... Yoongi... Me gusta, combina contigo – le alagó, tomándolo de la mano para terminar sentados en el sofá de tres cuerpos – Lo cierto es que, quise hablarte el día de la fiesta – comenzó a hilar una historia falsa para sacarle información.

- Debiste hacerlo – se adelantó a decir el otro – Encantado hubiera bailado contigo.

- Ah, ¿sí? – dudó – Pero, yo te vi con un chico hablando y... pensé que era tu novio o algo así – mintió – Por eso no quise ser grosero y sólo te miré a la distancia.

¨Forgetting¨ [JinTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora