¿ODIO MUTUO?

478 37 1
                                    

Ok... mis amores, después de tanto tiempo he regresado a ustedes, perdonen mi ausencia, espero les guste, besos.


Era de mañana y Martín había bajado de aquel avión de muy mal humor, pues ese dichoso viaje lo había tomado de mala gana, ya que su amigo y colega Orel lo había practicamente obligado a viajar.



Y si, él había hecho algo similar a eso meses atrás, pero aquello lo llevó hasta la mujer que tanto ama, así que él debería agradecérselo -pensó -mientras continuaba su camino.


Mientras salía de aeropuerto, decidió que no llegaría directamente al hotel de los padres de Orel, en donde este se quedaba, si no que pasaría hasta la clínica y enviaría sus pertenencias al hotel.


Por lo que una vez que llegó hasta la clínica, tomó su celular, para escribirle a Orel que había llegado, él había estado tantas veces allí, que ya conocía el lugar como la Palma de su mano, pero sabía que su amigo, quizás estaría ocupado, por aquello de que había encontrado a su Hessa, lo cual supuso que este estaría en planes de conquista, empleando cualquier excusa.


Mientras este seguía distraído con su celular, sintió como de un momento a otro esté salio volando, hasta estrellarse, con la baldosa blanca.



- ¡Mierda! - Susurró Martín, al escuchar el estruendoso sonido, de su celular al caer.



A la vez que veía a una mujer de uniforme negro antifluido y una bata blanca, levantarlo del suelo, con manos temblorosas, a lo cual Martín solo veía cada movimiento de ella.


- Perdón es mi culpa -hablo la mujer, mientras se levantaba, quedando frente a él, la cual cuando se dio cuenta de quien se trataba, de inmediato cambió su expresión avergonzada a una de molestia, haciendo que Martín levantara una ceja, mientras ella seguía extendiendo su celular.



-No lo recibiré -hablo serio y tosco a la vez, claramente la había reconocido -si te das cuenta me lo dañaste, quiero uno nuevo con todo lo que esta dentro... niñita -puntualizó la ultima expresión.



-Ok... -respondio Ailím, mientras tomaba el celular y se acercaba a una caneca de basura y lo botaba, no discutiría con él, eso ella lo tenía claro, pero tampoco lo dejaría ganar.



Y sin más esta se dirigió por el pasillo para seguir realizando sus labores en la clinica, con un Martín muy molesto detrás de ella.



Él cual una vez, se acercó hasta ella, la tomó con brusquedad del brazo, llevándola hasta el pasillo que conlleva al auditorio un lugar que sabía que era solitario, sin embargo en el trayecto hasta este, no pudo evitar que el personal presenciara la pequeña discusión que llevaban.



-¿Que te pasa?... -preguntó Ailím, mientras se soltaba con brusquedad de la mano que aún la sujetaba -me lastimas idiota, ¿acaso nadie te enseñó como se tratan las damas puto imbecil?



-Mira niñita -habló mirándola de manera despectiva- yo...



-Deja de decirme niñita estupido -lo interrumpió exasperada -si no sabías leer, aquí -señaló su uniforme, mostrando las letras en la parte superior de la bata, juntamente con la simbología y el nombre de la clínica -dice Ailím Botero.



Martín le mostró una sonrisa irónica y algo burlona, a la vez que se acercó a Ailím -no es que no sepa leer, NI ÑI TA -resaltó cada letra de la palabra -simplemente no me interesa tú nombre.



ⓁⒾⒷⓇⒺUN AMOR MÁS ALLÁ DE UN PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora