🔥¡TE AMO!!🔥🔥

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Mis hermosos lectores, hemos entrado en la etapa crucial de nuestra controversial historia, es decir; estamos por fin en nuestra recta final.

Me les adelantó y quiero agradecer a todas con las que hemos reído, también llorado, pero aclaró en su momento mis agradecimientos serán un poco más específicos, pero por lo pronto me les voy adelantando.

Pero eso sí; mis hermosos lectores para esta etapa final, debemos ser de mentes abiertas a cualquier posibilidad y final que ha dispuesto su sentimental y a la vez loca escritora, sin más, disfruten de nuestro capítulo, besos y no me odien.
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La espesura de la noche había caído sobre el solitario y áspero bosque que comprendía la cabaña en Perth.

Y allí estaba Martín, quien regresaba de una caminata sin rumbo fijó, que lo ayudó a despejar un poco sus emociones, relajándose a tal punto de estar menos airado.

Y quizás a esté punto no sea un completo idiota y lastime con palabras hirientes a la mujer que que impidió, cometiera una estupidez sola.

Sin embargo no quería ingresar al interior de la cabaña, quizás Ailím se encontrase dormida y el verla así podría ablandarlo.

Por lo que subió los primeros escalones, para luego sentarse en el último de ellos, fijando su vista en la espesa noche, acompañada de los cánticos de diferentes animales y a su vez el sonar de las corrientes de las aguas, que veía en la inmensidad.

-Encontre algo de comida en la despensa y preparé unas pastas con yogurt, yo... yo ya comí y bueno dejé un poco para ti -habló Ailím tras el, avanzando con lentitud, hasta sentarse a su lado en el mismo escalón, que él.

-No tengo apetito, gracias -respondió tosco, sin girar a verla, aunque estuviesen en una distancia mínima que los separaban.

Sumergiéndose en un silencio incómodo, mientras ambos miraban hacia el infinito y oscuro océano índico, con pensamientos muy diferentes, pero bajó la misma sensación 《vacío》 juntos, pero al mismo tiempo tan separados.

-No... no es necesario que... que hagas esto -susurró nerviosa, uniendo sus manos, ajustando con ellas el agarré en estas, para que la ayudara a controlarse.

Para Ailím tenerlo después de tanto tiempo tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, le daba intranquilidad.

-Mira Ailím, yo en tus decisiones no me estoy metiendo, de hecho, siento que curarte, no podemos y no te reclamó por eso, pero quiero que de la misma manera en la que yo respeto tus decisiones, respetes las mías, si decidí irme con tigo es por que quiero, no estoy sufriendo mi decisión, a mí no me queda nada aquí sin ti, además, ya sabes lo que aún siento por ti -se levantó, dirigiéndose hasta los laterales de la cabaña, que estaban rodeadad por unas barandas en madera.

-No estoy deacuerdo Martín -habló Ailím tras él, en ese tono desafiante que tanto recordaba de su guerrera.

》Tienes muchas cosas por las cuales vivir, tienes a tú cargo una vinícola ¿qué harás con eso? ¿Lo dejarás así abandonado? ¿No te has puesto a pensar que opinarían tus padres o Max de esta decisión?

Martín completamente molesto por los últimos mencionados, se giró, mirándola fijamente mientras sus manos eran empuñadas con toda la fuerza que su enojo le permitía.

-Mis padres no están y estoy seguro que ellos estarían deacuerdo que su único hijo, vivo, fuese feliz ¿qué parte de que si te mueres y yo quedo vivo, sería mi infierno, aún no entiendes todavía?

ⓁⒾⒷⓇⒺUN AMOR MÁS ALLÁ DE UN PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora