INICIÓ

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Roma, Italia.

"TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ROMA"

Dicho popular, con un significado político imperial de la antigua Roma, que se podría decir 《no es aplicable a la vida cotidiana》 pero si tú crees en algo que se llama 《destinó》 es una frase aplicable a cualquier circunstancia, en especial a aquellos amantes que no importa cuando huyan o por cuanto tiempo lo hagan, siempre vuelven a su punto de inicio.

Donde no solo le darán inicio a una vida juntos, si no que también una conclusión a ésta.

Era la primera mañana en Roma, que Ailím recibía en la mansión Rúmano con una cálida sonrisa, la primera vez que sentía paz al ver más allá de lo que le permitía disfrutar aquel nuevo aire.

Es como si, sintieras que una caja muy pesada hubiese sido arrancada de tus hombros, una que no era tuya, pero que un día te acuestas con esa carga y el día siguiente tienes la que realmente es tuya, una vacía, una que te da la opción de llenar o simplemente cerrarla y dejarla vacía, pero esa, es una decisión que tú tomarás.

-Buenos días señora María -saludó Ailím con una sonrisa a la mexicana que estaba de espaldas preparando un desayuno tradicional, la cual la recibió con una cálida sonrisa.

-Buenos días niña, ¿descansasté? -le respondió con una sonrisa, la mujer que miraba a Ailím con interés sin dejar a un lado su sonrisa.

-¿Qué tal dormiste? -Preguntó acercándose a la barra americana, en la cual puso sus codos, mientras veía a la mujer sentarse frente a ella -¿Martín se fue?

-Si, se fue a las seis, pero dijo que llegaría temprano, solo iba a firmar unos papeles y volvería -Le dio la espalda para tomar una tasa y así preparar su capuccino.

-Buenas -las interrumpió una voz femenina, que ambas mujeres identificaron, haciendo que girarán la cabeza, encontrándose con el semblante molesto y a la vez asombrado de Bianca, que estaba en la entrada de la cocina.

》¿Calipso Gruber? -Preguntó asombrada, sin comprender lo que pasaba, pues cuando supo que Martín había regresado, lo primero que hizo fue encararlo.

Para recibir de él, su vacío discurso que seguía enamorado de una mujer que ni ella sabía que existía y que supuso había sido la razón por la que había dejado su primera pasión -¿eres tú la zorra que se metió en mi relación con Martín?

-Yo llamaría zorra a un mujer que estuvo después de ti Bianca, en una relación que yo diría estable, pero déjame decirte que Ailím, siempre ha estado primero que tú y también presente en todo momento -aunque en su cerebro quedo el nombre de Ailím, su rabia e indignación se prestaba para algo más que averiguar el verdadero nombre de la zorra que destruyó su amor.

-Tú te callas, eres una simple criada, que si no fuera por la lástima que que le das a Martín, ya estuvieses nuevamente en tú país de narcotraficantes -espetó con despreció, pues siempre la soportó por su marido.

-Oyeme ¿que te pasa? A ella no le hables así, respet... -sus palabras fueron cortadas por una cachetada, de una muy molesta Bianca, que aunque fuese mucho más alta que Ailím, no la intimidaba.

Es por que eso que lo siguiente que ocurrió nadie se lo espero, una mujer más alta que Ailím, quizás por unos veinte centímetros, ayuda de aquellos altos zapatos que la compensaban.

Siendo arrastrada por el cabello, la cual protestaba en vano, pues Ailím había dejado de ser débil, de hecho nunca lo fue, siempre sacó las uñas, no se amedrentaba fácilmente de nadie y ella no sería la excepción.

ⓁⒾⒷⓇⒺUN AMOR MÁS ALLÁ DE UN PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora