ERRORES QUE AVERGÜENZAN

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Hay un proverbio hindú que dice "si somos capaces de darle la cara al pasado, es por que ya eres inmune y al ser inmune es por que has sido curada"

Es posible que algunas heridas del pasado más tormentoso de Ailím hallan sanado, aunque la palabra sanar es muy amplia, quizás la palabra correcta, era asimilado.

Y es esa asimilación la que la llevó a ya no sentirse culpable, aunque aún se sentía sucia, por haber amado un día, de la forma en que amo a Daniel.

Pero la vida le estaba haciendo el primer cara a cara con lo más bonito de su pasado, uno que se quedaría en un recuerdo al ver a Martín realizar su vida, por que ella tenía claro que no se interpondría ante ellos, si él se dio una nueva oportunidad, ella no sería el impedimento de su felicidad.

La mañana había iniciado un poco lluviosa en Bali, dándole el toque perfecto al ver la unión de las gotas de lluvia, al caer en el mar, que se alcanzaba a ver desde la ventana de su habitación, en la cuál vivía junto a la profesora Lawan y su esposo y también jefe de Ailím Krisna Irawan.

Mientras ella se veía frente al espejo, subiendo la cremallera de su pantalón de mezclilla azul claro, perdiéndose en las pequeñas heridas de su abdomen, aquellas que antes le generaban asco, por que se las hacía para olvidarse de su realidad.

Infringiendo un dolor mas grande a su herida, eso, hasta que llegó Martín.

INICIO FLASHBACK.

En aquella acogedora habitación, se encontraba ella llorando frente al espejo, completamente desnuda, despreciandose por las marcas que tenía, las cuales le causaban vergüenza y tambien dolor emocional.

-Amor -entro Martín a la habitación, mirándola a ella, mientras está buscaba un albornoz que la cubriera, pero él ya había visto lo suficiente, por lo que se acercó a ella con precaución, mirándola a los ojos, con mirada oscura, deseosa de lo que había visto.

Por lo que tomandola de la cintura con delicadeza, sintiendo el inevitable nervio de ella, bajo su tibio tacto, mientras él acercaba al mismo tiempo sus labios a los suyos.

Depositando un beso tierno, el cual demostraba su amor por la mujer entre sus brazos, sintiendo esa calidez que solo ella provocaba en él, para luego bajar sus labios a su mentón, el cual mordió levemente, sin dejar de ver su rostro, demostrandole lo mucho que disfrutaba, pero también el nervio de tener el tacto masculino, sin sentirse obligada si no deseada y deseosa.

》¿Por que te cubres nena? -siguió besandola, bajando a su cuello, descubriendo a la vez su hombro con su mano, abriendole paso a su boca hambrienta.

-No... yo... -estaba nerviosa, no sabía que decir, como explicar las cicatrices de su abdomen -tengó marcas y no quiero... no quiero que las veas.

Su respuesta, ante su misma reacción fue separarse de sus labios, él podría persudirla y no quería eso -Quiero ver las marcas de mi guerrera.

Volvio a acercarse a ella, pero aunque intento separarse de su agarré, esté no se lo permitió, volviendola a abrazar mientras la besaba, sintiendo como colocaba sus manos sobre el nudo que cubría su desnudez, sin embargo ella sujeto sus manos, provocando que la mirase y detuviese el beso.

-Por favor no -susurró en un hilo de nervios, aún muy cerca a él -son asquerosas.

-Dejame a mí llegar a esa conclusión nena -susurró en su oído, dejando un beso húmedo en esté, sin embargo al volver a su rostro, vio la inseguridad a ella, por lo que volviéndose a acercar dejo un nuevo beso en la punta de su nariz.

》Hagamos algo, hoy no me las mostrarás, pero si me dejarás probarlas.

Ella lo miró insegura y a la misma vez sin comprender su propuesta -No entiendo.

ⓁⒾⒷⓇⒺUN AMOR MÁS ALLÁ DE UN PASADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora