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-¡Papi!

Un grito infantil hizo salir de sus pensamientos a Joseph, oh vamos esta era su parte favorita del día.

-¡Hola mi amor! -dijo el pelirrojo mientras levantaba a la pequeña entre sus brazos- ¿como te fue hoy? -preguntó entusiasmado, pues lo que más la gustaba es que su pequeña siempre le cuente lo que le pasó en su guardería.

-Más o menos -dijo la pequeña bajando su mirada mientras jugaba con sus delicados deditos delgados y pequeños, similar a las de una muñeca, y es que para Joseph eso era su hija, era una muñeca, una muñeca de porcelana que Joe temía que la rompieran, es, y siempre será su princesa.

-¿Que pasó? -el de ojos avellana frunció levemente el ceño y dejó a la pequeña pelirroja en el suelo para después ponerse de cuclillas hasta quedar a su altura.

-Papi... ¿Porque no tengo otro papi? -sin duda eso no se lo esperaba, joder, ¿como le diría a una nena de 4 años que su papá la dejó?

-Umm, porque... El está... Umm... -en ese momento quería que la tierra lo tragara- está... En un viaje de negocios, si... En un viaje de negocios.

-¿Y volverá? -volvió a preguntar la niña mientras ladeaba su cabeza haciendo que algunos mechones rojizos le calleran por su pequeña carita.

-Claro, es más, creo que ya volvió -le sonrió demostrándole verdad y confianza en sus palabras; su mano agarró los mechones que obstruía la vista de la ojiverde y las dejó atrás de su oreja- algún día lo conocerás, vale?

De repente la mirada de Kayla se volvió a iluminar como siempre, nunca podría decirle que no a su princesa, nunca.

-Ahora vamos a la casa, comemos, hacemos tus deberes y el tío Rami y la tía Lucy pasarán por ti, ¿vale? -la pequeña pelirroja asintió entusiasmada y fue dando saltitos a su coche. 

                            ...

-¡Tio Rami, Tía Lucy! -ese pequeño pero estruendoso grito le hizo saber a Joseph que ya estaban ahí sus mejores amigos.- ¿a donde iremos hoy? -preguntó entusiasmada la pequeña que estaba en los brazos de Lucy.

-A un lugar especial princesa -dijo Lucy para después dejar un beso en la mejilla de la niña haciéndola gritar de emoción y felicidad.- ¡ahora vamos al coche-cohete! -dijo para después salir corriendo por la puerta rumbo al coche-cohete con Kayla en brazos.

-¿Como ya estas? -Rami rompió aquel silencio que se había formado entre los dos.

-Ya mejor, creo que ver a ese pequeño bulto rojo me hizo mejor -le sonrió sinceramente a lo que Rami se acercó a el y lo envolvió en un abrazo.

-Me alegro, no quiero verte triste, ¿si?.

El pelirrojo solo asintió, iba a decir algo pero el sonido de una bocina lo hizo asustar.

-Luego hablaremos de esto si no salgo las dos astronautas me van a dejar en medio del espacio -dijo Rami rodando los ojos haciendo reír a Joe.

-Ya vale, anda los espero aquí.

Hizo un ademán de despedida con su mano y el mayor salió de ahí.

-Ahora -soltó un suspiro- ¿que hago?

Mierda, se sentía solo, se sentía triste y decaído.

                            ...

-Rami tú anda a comprar helado, yo me quedo con la nena, shu shu -Lucy hizo un ademán con sus manos en señal de que lo estaba botando.

Rami simplemente llenó sus mejillas de aire en señal de protesta.

Papi...¿quién es el? •Hardzzello•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora