6

951 100 7
                                    


Mi cuerpo se siente pesado. No puedo ni mover ni un solo de dedo. Siento mi cuerpo relajado, se siente tan bien.

Y no solo eso, también siento que unas manos cálidas soban mi cabeza con cariño. Él único o más bien la única que me dio ese tipo de afecto era mi madre, pero estas no son sus manos.

Abrí los ojos y lo primero que vi fue los ojos de Namjoon mirarme fijamente. Él detuvo sus movimientos que hacía sobre mí cabeza.

Me levante de golpe ocasionando que él retrocediera un poco.

Me vi a mi misma. Estaba solo con una camisa puesta, claro que estaba con ropa interior.

Mi cubrí como pude con las sábanas y lo mire furiosa . Al parecer los años le han hecho cambiar demasiado.

_N-no es lo que parece...

_¡Que no es lo que parece! ¡Entonces por que mierda estoy media desnuda! ¡A ver explícame eso!.

_Tenía que quitarte la ropa... ¡Osea yo no lo hice!. Mande a una de las de servicio a que te cambiara y pues como ninguna traía en ese momento un cambio de ropa, tuve que prestarte una mía.

_¡Al menos me hubieras dado un pantalón deportivo y una camiseta, no una simple camisa que se ve hasta mi alma!.

Él soltó una risita.

¡¿Acaso esto le parece gracioso!? Y en primer lugar que hago estando a su lado.

Yo que recuerde no Bebí anoche. ¿Entonces por qué?.

_¿Que estoy haciendo en tu departamento?. — Dije abrazando mis piernas y posicionando mi mentón sobre mis rodillas.

_Ayer te desmayaste en mis brazos con la ropa empapada.

_¿Así que eras tú?. — Removí mi cabello. Ya estaba empezando a recordar el por qué estaba en ese estado. Que humillante.

_¿Pensabas que era alguien más?. – Se que intentó que sonara de los mas normal su pregunta, pero fallo.

_La verdad es que sí. ¿Mi ropa ya esta seca... ¡Espera que hora es!. — Empecé a buscar desesperadamente mi bolso donde se encontraba mi celular.

_Más de las ocho. — Río al decirme. Mierda Bogum me va a matar... O cierto, no quiero verlo. Estoy molesta con él por ocultarme su relación con Nancy.

_Pero no tienes por qué preocuparte. Ahora me perteneces... — Ambos nos quedamos viéndonos. Al parecer él entendió nuestro silencio que se puso nervioso. — ¡Ah, no! ¡Es solo que como eres mi nueva secretaria!... Lo dije por eso.

_Aun tengo que terminar algunas cosas con Bogum, pero no te preocupes. Cuando me necesites solo llámame... ¿Me podrías dar mi ropa?.

Él me vio y antes de darse la vuelta pude ver que se cubría el rostro.

Si fuera otra persona esta situación me causaría gracia. Estar con el hombre a que alguna vez ame, en una cama casi media desnuda y hablando como si nada, ah y que él muy bastado se fue sin dar muchas explicación ni un por qué, que loco.

De pronto apareció Namjoon con mi ropa bien doblada hasta podría decir que hasta lo plancho, bueno quizas el no. Él me lo entregó y pude oler la fascinante fragancia a flores.

Tomé mi ropa y corrí hacia un cuarto que supongo que es el baño y si efectivamente era el baño. Es realmente enorme y huele tan bien. Huele a él.

_Mierda, contrólate. — Me vestí con tropezones y arregle como pude mi cabello.

_¿Si quieres te puedo llevar?. — Me pregunto tras la puerta. Joder que quiero evitarte, pero si sigues siendo tan... Tan malditamente tierno, no puedo.

¿Podemos ser felices?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora