El fruto de un asesino 1°saga los Miserables (Editando)

28: Despedida

Cada uno después de pasar una pequeña conversación en el jardín volvieron a la habitación, Giovanni cogió una habitación de invitados.
Todo esto iba a pasar poco a poco, aunque él no era de tener paciencia.

Él se metió en el cuarto y quedó en bóxer, y se metió en la cáma aunque no pudiera dormir pensando en ella, deseaba abrazarla y comerla a besos, pero por ahora, solo eso estaría en sus sueños. Ella estaba alejada de él y se había encerrado en si misma en un lugar oscuro llamado "soledad"

Giovanni intentó dormir cerrando sus ojos, pero fue en vano, no había forma de dormir. Se levantó de la cama frustrado y fue hacia el balcón que había en el cuarto y se apoyó sus brazos en el muro que había ahí. Miró a su alrededor y solo veía todo oscuros, farolas pequeñas encendidas y sus escoltas paseando por cada parte del jardín.
La luz de al lado fue encendida, él miró y esa habitación era donde Carlotta dormía. «¿Ella tampoco podrá dormir?»se preguntó él.
Quería ir a donde ella, pero era mejor dejarla sola.

Por otro lado Carlotta, estaba sentada en el sofá individual que había en ese cuarto con un libro entre sus manos, no podía dormir cada vez que lo hacía soñaba con ese hombre, así que decidió leer. Carlotta sonrió al recordar la conversación que tuvo con Giovanni, ella lo amaba, él la amaba, ambos se amaban. Lo que sentía por dentro era algo inexplicable, era como mariposas dulces revoloteando por su estómago. Giovanni era mafioso pero a ella no le importaba, el amor entre ellos podía más que eso. Él era un amor con ella, aunque por fuera se mostrará salvaje y frío por dentro era dulce y cariñoso.

Poco a poco ella iba quedado dormida, con el libro en sus manos con la cabeza apoya en el borde del sofá, cerrando sus ojos pensando en la sonrisa de Giovanni en su cabeza, quedó dormida completamente acurracada en el sofá.

Giovanni al ver que la luz seguía encendida, fue a ver qué pasaba. Salió de la habitación y fue a donde ella, con cuidado abrió la puerta y la vio durmiendo en el sofá, sonrió como un bobo. Se acercó a ella y la quito el libro y la cogió en brazo para tumbarla en la cama, la arropó y la dio un beso en la frente.

—Prometo que todo estoy pasará, amore. Ti amo. —la dio esta vez un beso en la mejilla y salió de la habitación de ella sin despertarla.

Volvió a la habitación y sonrió la tuvo entre sus brazos otra vez sentir esa sensación después de lo ocurrido para él fue maravilloso. Quería acostarse junto a ella pero quería darle tiempo.

La noche pasaba y ya era de madrugada, un grito desgarrador de socorro, despertó a Giovanni. Él se levantó de cama como una bala, y corrió hasta la habitación de ella, entró y la vio sentada en la cama con lágrimas en los ojos, él sin persarlo se acercó y la abrazó acurracandola en sus brazos, ella correspondió al abrazo y sollozó en su pecho desnudo.

—¿Qué ha pasado, nena? —preguntó Giovanni acariciándo su cabello.

—Soñé con él. —respondió. —Quédate está noche aquí conmigo, per favore.

—Lo haré, amore. —la tumbó en la cama sin dejar de abrazarla, ella puso su cara en el hueco del cuello de Giovanni. Y ambos quedaron dormidos abrazados.

El médico tenía razón, ella tendría cambios...

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A la mañana siguiente, Giovanni despertó primero, vio a Carlotta dormida a su lado y sonrió al tenerla como él quería, a su lado.
Él la miraba como ella dormía como ángel, ella había dormido sin soñar. Se levantó con cuidado de la cama para no despertarla y salió de la habitación.

Él fue hasta la habitación donde iba a dormir, se vistió y fue hasta el salón. Él seguía mal, ella no salía de la habitación. Comía en la habitación, leía en la habitación. Sólo quedaban 3 días para que la psicóloga la viera, Giovanni ya no aguantaba más.