El fruto de un asesino 1°saga los Miserables (Editando)

09: Un Gran Paso

Giovanni cría que estaba soñando, que lo que había escuchado era un maldito sueño. El tener a Carlotta en su cama, y a verle dicho «hazme tuya» era producto de su imaginación. Seguía mirándola sin creer lo que había escuchado, Giovanni deseaba tenerla de nuevo en sus brazos, hacerla suya y follarla como lo hizo cuando la dejó embarazada. Carlotta por culpa de sus hormonas, tenía que acudir a él. 

—¿Qué has dicho? —dijo fingiendo no haberlo escuchado. 

—Da igual, fue una equivocación decírtelo. — iba a levantarse de la cama, pero Giovanni se lo impidió sujetándola del brazo y tumbándola en cama. 

Giovanni con su brazo derecho empezó acariciar su mejilla y mirándola a los ojos. Se acercó a sus labios y los devoró, esos labios que tanto ansiaba besar, al final lo había logrado, nunca repetía con las mujeres, excepto con Vanessa. Pero Carlotta tenía algo que volvía loco a Giovanni, loco de amor. Ella llegó a su vida por causalidad, y con un bebé suyo creciendo dentro de su ser. 

Giovanni aún se arrepiente de las palabras que sacó aquél día, esas palabras horribles que sacó refiriéndose a su propio hijo, pero quería sembrar su error. El cuarto del bebé aún lo estaban decorando, ocultándoselo a ella, quería que fuera sorpresa y pedirla perdón y que por lo menos ser amigos. 

Él no quiere darse la oportunidad, por miedo a todo, a su reacción cuando sepa quién es en realidad, miedo a perderla, pero sobretodo, miedo a que sus enemigos la hicieran daño. 

Giovanni deslizaba su mano por los senos de Carlotta, esos senos redondos y que cada día se hacían más grandes. Giovanni se puso encima de ella sin poner todo su peso, la abrió las piernas para restregar su miembro con la vagina de ella, aunque aún estaban vestidos, ella podía sentir su pene duro contra su zona íntima. 

Giovanni devoraba su boca, pasando su lengua en la de ella, ambas lenguas se rozaban y se saboreaban. Giovanni se deshacía de la ropa de ella, Carlotta se dejaba manosear por él, ella pasaba sus manos por el cuello de Giovanni. El torso desnudos de él, Carlotta también manoseaba el cuerpo de Giovanni. Cuando Giovanni empezó a quitarle la camiseta dejándola en sujetador, un sujetador de encaje, donde se reflejaba sus pezones. Giovanni bajaba por su cuello y empezó a jugar con el pecho de ella, mientras las besaba, desabrochaba el sujetador, hasta que los pechos redondos de ella estaban a la vista de él. 

Bajó hasta uno de los pechos y se metió uno en la boca, jugaba con su lengua, pasándolo por los senos de Carlotta. Los pequeños gemidos de ella retumba las  cuatro paredes de la habitación de Giovanni. Ambos se dejaban llevar por la adrenalina y el calor de sus cuerpos. Giovanni soñó con este día, de tenerla para él, solo para él. ¿La amaba? La quería, Carlotta le estaba enseñando lo que él desconocía. Celos, cariño, preocupación, miedo y amor. 

Giovanni bajó por su vientre un poco abultado, dejándola pequeños toques de besos. Las manos de él agarró los bordes del pijama de ella y los deslizó por sus piernas dejándola desnuda. Giovanni abrió las piernas de ella, se puso entre medias de las piernas y se agachó a su zona más íntima. 

Cuándo Carlotta sintió la lengua húmeda y caliente de Giovanni en su vagina, soltó un gemidos ahogado, poniendo sus manos en el cabello de él y agarrandolo en puño. Giovanni desde la altura de donde estaba, podía ver como Carlotta, arqueaba su espalda, le gustaba verla así, solo para él. Carlotta mordía si labio inferior al sentir tan semejante placer, Giovanni la estaba llevando a la locura. 

Giovanni se separó de ella y se deshizo de sus pantalones, dejando su miembro duro frente a ella. Giovanni sonrió de lado, al verla. Escupió un poco en su mano y mojo su pene, la masajeó y se acercó a ella. Apoyándose sobre su codo agarró su pene y lo colocó en su entrada. De una sola embestida entró en ella, provocando el grito de placer de Carlotta. Giovanni empezó a mover sus caderas, el vaivén de ambos cuerpos, rozándose, era un verdadero placer y lujuria entre ellos.