Giovanni ya tenía su plan, quería su perdón y dejarse de tonterías. Quería recuperar a su bella Carlotta. Él fue un inútil el pensar con la cabeza que no debía, pero Carlota era lo que necesitaba para estar tranquilo, completo. Ella era la persona indicada para que Giovanni cambiará, y es la chica que cualquier hombre se enamoraría de ella sin pensarlo. Era dulce, risueña, tenía carácter y no se dejaba humillar. Además tenía a su pequeño bebé en su interior, creciendo en sus entrañas.
Cuándo estuvo vestido, salió de su habitación para ir a desayunar y quitarse el dolor de cabeza que tenía encima, bajo las escaleras de mármol y en el salón desayunando estaban todos. Mariano tenía cara seria, jamás le había visto drogado, ni sabía desde cuando lo hacía. Pero iba hablar con él muy seriamente.
—Buorgiorno. -saludó en italiano, todos les miraron, pero Mariano estaba enfado con él. Giovanni se sentó y empezó con su desayuno
—Buorgiorno. - saludaron todos.
Giovanni se sentó en la mesa, y empezó a desayunar. Estaba en silencio sin hablar, pensando en ella, es su preciosa y bella Carlotta. La echaba de menos, no verla en el salón desayunando, le partía el alma. Él fue el causante de todo, fue un imbécil por dejarse llevar.
Estaba metido en sus pensamientos, sin hacer caso a nadie, los demás hablaban, él solo pensaba en ella. Dolor, desesperación, rabia. Eso sentía en su alma sin ella. Carlotta era su timón, Giovanni se sentía como un barco en medio del océano, naufragado.
—Giovanni ¿Estás escuchando? — habló Carina sacándole de sus pensamientos, Giovanni la miró con el ceño fruncido.
—Perdona ¿Qué decías? —preguntó mirándola.
—¿Qué te pasa? Estás en otro mundo. — exclamó Mariano.
—Cosas mías. — respondió serio.
—Bueno, te decía que en dos días es el cumple de carlotta. —Giovanni sonrió, él sabía que era el cumple de carlotta, la investigó y supo algo de su vida.
—¿Y...? —dijo fingiendo importancia.
—Pues que le haremos una fiesta sorpresa. —dijo obvia Carina.
—A mi no querrá verme, Carina y lo sabes de sobra. —ella negó con una sonrisa.
—Ella te extraña, hablamos todos los días y siempre me pregunta por ti. — los ojos de Giovanni se iluminaron, su bella italiana le echaba de menos.
—Carina, ¿Me ayudarías a darle una sorpresa? —Carina mordió su labio y asintió.
—¿Qué tienes en mente? —se acercó a él.
—Te lo cuento luego.—ella volvió a asentir.
Su cuñada sabía que le iba ayudar, él quería reconquistar a carlotta y está vez no habría traiciones ni amantes. Sólo ella.
Mariano se acercó a su hermano y se sentó a su lado.
—Me alegra que quieras recuperarla y arreglar las cosas. —Mariano posó su mano en el hombro de Giovanni. —Te echa de menos.
—Y yo a ella. —se sinceró. —Voy al despacho.
Giovanni salió del salón, necesitaba estar sólo, ella lo estaba atormentando al estar lejos de él. Su alma estaba vacía sin la presencia de ella, era como si la necesitará, como el aire para respirar, ella era su otra mitad. Tocarla, sentirla, besarla, hacerla suya, solamente suya.
Carlotta se había metido muy adentro del corazón de Giovanni, sin previo aviso, dejando el alma del italiano, solo para ella. Pero él prometió algo que no cumplió e iba a reconquistar el corazón de ella.
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El fruto de un asesino 1°saga los Miserables (Editando)
RomanceGiovanni Ricci, un hombre de 30 años. Mafioso, despiadado, asesino, déspota. No sabe lo que es amor, nunca lo ha sentido. Una noche sale de fiesta con su hermano mayor y su amigo y bajo los efectos del alcohol tiene sexo con una chica, si saber que...