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-Así que te gusta ver gente desnuda.

Marco me miró inquisitivo, algo desconcertado por mi comentario, pero no molesto, solo con la interrogante en la forma de arquearse de sus cejas.

Ese día, tal y cómo dijo, si vino a clases, sin embargo supongo que sus horarios empezaban más tarde, porque no lo vi hasta que la gran mayoría de los alumnos terminaban su jornada y nos preparábamos para irnos a casa. Visualicé su figura a lo lejos, conversaba con un grupo de personas, de las cuales distinguí a aquel chico de pelo claro que nos encontramos escondido con la chica en el salón de artes. Lucían como cualquier compañero de clase, y de cierta forma me hizo feliz, porque no había visto a Marco conversando con alguien más y con una expresión serena en el rostro que podía percibir desde lejos.

En un momento el volteó la mirada, distinguiéndome porque sonrió y me saludó dese lejos, yo le correspondí sintiendo una calidez inexplicable en mi pecho.

Vestía, como acostumbraba, con muchas capas de ropa, aunque destaqué su casaca gruesa que de seguro estaba reservada para las bajas temperaturas, no se la había visto puesta antes y la verdad es que a pesar de ser otoño, había días destacablemente más fríos que otros.

El vino rápidamente hacia mí. Yo me distancié unos pasos del grupo y cuando estuvimos frente a frente nos saludamos, hablamos brevemente y por supuesto, hizo un comentario acerca de mi cabello.

-Se ve bien. Es como un nuevo Jean.- su opinión no distaba tanto de la de mi madre, y tampoco la mía, admitía que me sentía ligeramente distinto, más cómodo.

También me dijo que tenía que ir al museo a recolectar información por su nueva unidad, y me ofreció ir con él.

Yo emocionado, acepté y le pedí esperarme mientras me dirigí a mis amigos, quienes me esperaban al ver que me separé de ellos repentinamente. Les dije que no iría con ellos porque prefería quedarme en casa a estudiar.

Obviamente les pude decir la verdad; "Iré con Marco al museo", pero al momento de pronunciar palabra, la excusa salió de mi boca y sonó tan creíble al escucharme, que lo dejé así. Esperaba que no hubieran escuchado nuestra conversación gracias a la distancia y al griterío de los demás estudiantes, porque o sino, sabrían que mentí, y Jean mintiendo, no Señor, eso simplemente es inverosímil.

Pero no protestaron. En lugar de eso Eren me dijo: "Suerte con eso, porque a los profesores les está gustando hacernos sufrir" y luego nos despedimos y el grupo caminó hacia la salida.

Y así fue como llegamos a las pinturas de mujeres robustas y angelicales, algunas posaban con sabanas enroscadas en sus extremidades y el cabello les caía delicadamente sobre los hombros y el pecho, ofreciéndoles una generosa censura, mientras que otras, destacaban su feminidad libremente en bosques, agua, o cuevas.

Marco me dijo que buscaba en específico esa sección, donde se hallaban modelos sin nada de ropa, lo que derivó mi comentario.

-Me gusta, pero no a eso que te refieres.

Caminó lentamente frente a uno de los cuadros, titulado "El nacimiento de Venus".

-Creo que la manera de estos pintores de representar los desnudos va al estar completamente al descubierto, de ver a una figura humana expuesta. Muchos relacionan el estar desnudo con la debilidad y el miedo al no tener nada que te cubra. Otros con la belleza y la esencia misma del ser humano. A mí me gusta verla por ambas partes, además de que es interesante ver su representación de belleza, porque, normalmente estos desnudos no representan una situación sexual, hay algunos que sí, pero estos en particular, más que nada muestran, posiciones relajadas. Como esta, si te fijas, Venus esta tendida en las olas del mar como si despertara de un sueño, además observa el detalle, el cabello, su cuerpo grueso representa la fertilidad, al ser la Diosa de la belleza, y los colores, ese realismo, los pigmentos utilizados en las rodillas, en el rostro, en sus manos y pies. ¿No te provoca algo?

La vie d' Jean.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora