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Cumpleaños






































Theo detuvo su camioneta en el bosque de Beacon Hills, más específico en el pequeño lago que estaba ahí. Lo miré enseguida, sabía bien que este lugar tal vez no era uno de los lugares favoritos de él, y como no, justo en ese lugar encontraron a su hermana Tara. 

—Oye, no debemos estar aquí si no quieres, podemos ir a otro lado, no tengo problema con eso. —Dije tomando su mano, el acaricio el dorso con su pulgar suavemente.

—Se que en este lugar pasó algo que destrozó a mi familia por completo, pero también viví muchos momentos bonitos con Tara, y creo que es momento de dejar de verlo como un lugar triste y trágico, necesito verlo como lo veía cuando venía con ella. 

Miré su perfil, miraba de manera nostálgica al pequeño puente que estaba ahí, lo seguí cuando comencé a caminar hacia este y me paré a su lado recargando mis brazos en el barandal de madera, cerré los ojos disfrutando del aire fresco y de algunos pajarillos cantar. 

Cuando los abrí nuevamente pude a ver que los bonitos ojos grises de Theo aguarse por un momento, lleve mi mano a la él y la tome con fuerza, el volteó a verme y sentí mi corazón estrujarse al ver su mirada de dolor.  

Llevé mi mano a su cara y limpie una lágrima que cayo sin permiso, lo abracé y acaricié su cabello con mi mano derecha, en parte entendía lo que sentía, Allison había sido lo más cercano a una hermana para mí y la perdí, no me imagino cómo se sintió Theo al perder a la suya.

—No está mal llorar. —Murmuré aun abrazada a él. —Sientes que un peso más se cae de tus hombros y como tu alma se libera un poco más de todo el dolor que llevas reteniendo.

Sus brazos se aferraron con más fuerza a mi espalda, su rostro se escondió en mi cuello.

—Gracias por estas conmigo, pero en vez de esta así deberíamos ir a dar un paseo, es tu cumpleaños y debes pasartela bien. — Dijo cuando se separó de mí y me sonrió, gesto que hizo que mi corazón se derritiera al ver una sonrisa tan hermosa como esa. —Ven, conozco un lugar muy bonito que estoy seguro va a encantarte.

Tomó nuevamente mi mano y comenzó a caminar conmigo, sin poder evitarlo miré nuestras manos y no pude evitar sentirme como una adolescente enamorada, oh esperen, soy una adolescente enamorada.

Oh bueno... No lo tomaría tan así, si es verdad que siento algo por Theo pero no lo.

Seguimos caminando y llegamos a unas rocas que estaban ahí, pude ver que en esa parte había un pequeño lago, o bueno, era el mismo lago solo que otra parte de él.

Solté la mano de Theo, me acerque a la orilla  agachandone y metí mis dedos en el agua,  sonreí como una niña de cinco años a la que le dan una nueva muñeca en navidad, reconocía esta parte del bosque. 

Negando con la cabeza y con una enorme sonrisa me giré al beta de ojos grises que me miraba divertido y con las manos detrás de su espalda.

—¿También recuerdas esto? —Pregunté sin quitar mi sonrisa y el asintió. —No puedo creer que olvide como se veía esta lugar. 

Murmuré y me gire de nuevo al lago, el agua era cristalina y unas flores silvestres se asomaban en la orilla, todo era hermoso.

Los pájaros cantaban y juro que vi a un par volar juntos saliendo de un árbol, sentí la presencia de Theo a mi lado y lo miré.

—Sabía que te gustaría. 

—Me trajiste aquí una semana antes de que se mudaran ese verano. —Hablé. —Tú tenías los diez recién cumplidos y yo nueve.

𝙇𝙄𝙏𝙏𝙇𝙀 𝘽𝙀𝙏𝘼 #2 | ᵗᵉᵉⁿ ʷᵒˡᶠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora