𝙇𝙄𝙏𝙏𝙇𝙀 𝘽𝙀𝙏𝘼 #2 | ᵗᵉᵉⁿ ʷᵒˡᶠ

EPÍLOGO

Narrador Omnisciente.

Todo pareció ir en cámara lenta para los presentes en ese lugar, el grito de Lydia había dejado paralizados a todos.

La banshee cayó de rodillas al suelo y fue sostenida de inmediato por el Sabueso Infernal, los ojos del beta fueron a parar en su Alfa y lo que vio lo dejó más que horrorizado.

Scott McCall tenía en brazos a su hermana que estaba en el suelo, Elizabeth sostenía su herida sangrante y profunda, solo que está vez ya no estaba tratando de retener el sangrado . Ella estaba muriendo y se había resignando a eso.

La pequeña McCall sonrió débilmente y con su mirada trato de decirle a su hermano que todo estaba bien, los gritos de Theo suplicando por ayuda no parecían importantes y la verdad, es que no lo eran, por lo menos no para los demás. Hasta que dejaron de escucharse y el suelo se cerró por completo.

Los ojos ámbar se encendieron una vez más y una lágrima resbaló de uno de ellos.

—Esta bien. —Murmuró con dificultad y se volteo a ver a los demás que la miraban más que preocupados, Liam se acercó a ella y tomo su mano, apretando aquella extremidad con fuerza. Como si aquello pudiera evitar que se fuera de verdad.—Esta bien, Li. Esta bien.

—No está bien. — Susurró él con la voz quebrada. —Estas muriendo.

—Esta bien. —Repitió apretando su agarre en su mano. —Salvamos a Mason y derrotamos a La Bestia eso es lo único que importa. —La muchacha volvió a sonreír sintiendo que su tiempo se acababa. —Sólo quiero que sepan que los amo a todos, tal vez incluso al idiota al que acaban de mandar a un lugar desconocido. — Soltó una pequeña carcajada y más sangre salió de su boca en el proceso escurriendose por su mejilla. Scott la limpio con cuidado dejando una ligera mancha carmesí parecido a un rubor. —Cuida a todos por mí, cuida a Artie por mí. —El ojiazul asintió sin dudarlo y bajo la cabeza negándose a creer la situación. La castaña se volteo a ver al alfa. —Si Isaac o Derek regresan, diles que los amo como mis hermanos y que nunca me olviden. Y dile a Stiles que me perdone por dejarlo cuando le prometí que nunca lo haría. Dile a papá que lo perdono y a mamá que gracias por todo.

—Debo decirte algo muy importante. — Le susurró Scott a su hermana sosteniendo su cabeza. —Hay algo que debes saber...

—Ya no importa, Scott. —Lo interrumpió. — Déjalo así.

—Debes saberlo, debo decirte que...

Pero Scott no pudo continuar, los ojos amarillos de Elizabeth se apagaron y sus marrones se cerraron con lentitud, la mano que sostenía con fuerza la de Liam se aflojó y su cabeza cayó hacia atrás siendo sostenida por su hermano mayor y la sonrisa que adornaba su rostro instantes atrás a pesar de la situación, desapareció.

—No, no, no, no...—Negó el Alfa desesperado tomando en sus manos a el rostro de su hermana. —Elizabeth no me hagas esto. —Pidió con la voz quebrándose en cada palabra.  Sus manos sujetaban sus mejillas y movía su cabeza tratando de despertarla. -No te vayas, quedate aquí conmigo, te necesito ¿de acuerdo...? —Acercó su rostro al de ella y pego sus frentes, sentía su corazón romperse poco a poco y como el mundo se le derrumbaba. Pues el pilar más importante que sostenía todo, acaba de derrumbarse. — No puedo hacerlo sin ti, te necesito en mi vida... —su voz se rompió por completo. — Regresa... por favor, pequeña... abre los ojos. —Sollozó.

Pero nunca sucedió lo pedido y un rugido de dolor salió involuntariamente de su boca, Scott dio un beso en su frente justamente como lo había con Allison y dejo apretado sus labios en esa parte sintiendo como la calidez del cuerpo de Elizabeth se iba poco a poco.

El mejor amigo de la recién fallecida estaba arrodillado aun tomando su mano y negándose a creer lo que pasaba, debía ser una pesadilla. Sentía como algo se le fue arrebatado al momento en que dejo de escuchar los latidos de la pequeña McCall, un enorme vacío se instalo en su pecho y sabía que nada ni nadie podría llenarlo.  Solo es una pesadilla. Se repetía una y otra vez tratando de convencerse de eso.