Las semanas pasaban tranquilamente, sin el apuro de nada ni de nadie, solamente seguían su curso fijo y normal de siempre, pero eso no evitaba que la pareja más reciente de la aldea sintiera que los días volaban. Hacía un mes y medio que estaban en ese lugar, pero el poco acondicionamiento de su casa y el hecho de que Mina a veces tuviera que preguntar donde estaba determinado local demostraba que no hacía tanto que se habían asentado. Esa idea podía suceder por el hecho de que La Uchiha estuviera con la cabeza corriendo en todo momento en el intento de recordar los consejos de Kano, repasando después de cada día de maestra como ella había actuado con el grupo de niños que se la había sido asignado, preocupada por que estuviera realizando mal las cosas, mientras que Utakata trabajaba con los ninjas mas experimentados en el armado de planes. Él, mas específicamente, se encargaba en el proceso de crear rutas y marcar zonas a evitar, ya que, luego de que por meses vago por todo el mundo ninja sin ser atrapado, sus conocimientos terrenales eran beneficiosos para que un plan saliera a la perfección y la aldea subsistiera como hasta ahora, aunque esperaban poder mejorar todavía mas.
En conclusión, ellos estaban hasta las narices de actividades.
—¡Mina!, ¡Mina!
La llamada cerró los ojos y trato de calmarse dando una profunda inhalación, pero cuando su nombre volvió a sonar desde otros labios, ella se volteo enojada en medio de la calle.
—¿¡Que rayos quieres ahora, Futa!?
El chico detuvo su correr a ella como un perro que era regañado, aunque luego sonrió y se termino de acercar.
—Solo quería acompañarte a la academia.
Desde que lo había vencido en batalla había estado siguiéndola como si de alguna forma se hubiera convertido en su sirviente o algo parecido, algo que Mina obviamente detestaba, ya se estaba cansando de encontrarlo en todos lados, o, mas bien, que él la encontrara siempre.
—Solo déjame sola —camino mas rápido, pero él la tomo de un hombro y salto sobre su espalda—. ¡¡Suéltame!! —trato de mantenerse en pie.
—Pero así no me dejaras atrás —recrimino con voz de niño y un puchero.
—N-No aguanto —hablo inclinándose cada vez mas y mas adelante hasta caer con Futa sobre ella—. Auch... —se quejo mientras él chico sobre ella se acomodaba y la abrazaba—. ¡Aléjate! —grito tirando un brazo y empujándolo con fuerza en el rostro.
No podía creer que el chico que simplemente le había parecido entusiasta y agradable, ahora se hubiera convertido en el pesado detestable que tenía encima. Era como la versión errónea de Naruto.
—¿Sabes?, vas a hacer que realmente me enoje.
Mina se tenso al oír esa tercera voz, pero con las otras situaciones que ya había vivido, de seguro ya sabría que no era su culpa estar en el suelo con Futa arriba, aunque luego sintió su espalda mas liviana. De esa forma, se alejo de la tierra viendo al rubio a un metro en el suelo, pasando a mirar a su novio que le tendía una mano que tomo para ponerse de pie.
—¡Utakata! Era una broma —sonrió el rubio sosteniéndose de sus brazos en una pose que parecía que tomaba sol.
—¿Como todas las demás?
—¿Que? ¿Mina no puede tener amigos? —lo enfrento poniéndose de pie e inclinando la cabeza a un lado, como si no comprendiera a que venía esa actitud.
—Claro que si, pero no acosadores que se pasan con ella como tu —dijo con voz dura—. No quiero ser celoso, pero no la molestes mas —advirtió mirándolo entero pensando lugares para pegarle si se venía el caso.
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𝐑𝐄𝐍𝐄𝐆𝐀𝐃𝐀 [sin editar]
Fanfiction¿Cómo será la vida de una Uchiha que no sigue los patrones de su clan? Mina tiene una vida complicada donde convive con sus enemigos día a día, con la clara excepción de algunas personas, forjando su destino a través de trágicas experiencias donde p...