Por ti, Wei Ying.
Capítulo 8: Renacer. Parte 1.
Los sollozos del pequeño parecían no tener fin. Se estremecía entre los brazos de WangJi, hipaba y sorbía, pero se negaba en redondo a hacer contacto visual con nadie en la habitación. Así se había mantenido desde que WangJi había llegado al Jingshi y lo había trasladado de sus piernas a su pecho.
Tanto WangJi como XiChen habían adivinado de inmediato lo que sucedía. No había que ser muy intuitivo para darse cuenta, considerando la expresión en el rostro del pequeño cuando había estado llorando sin control mientras el mayor de los jades intentaba consolarlo.
A-Yuan estaba asustado, muy asustado. ¿Y cómo no, si había despertado en un lugar desconocido, con alguien que tampoco conocía a su lado luego de haber pasado por semejante experiencia en el monte Luanzang?
WangJi suspiró, recriminándose a sí mismo con bastante ferocidad.
Sí tan sólo se hubiera quedado a su lado... Tal vez el despertar del pequeño hubiera sido muy diferente si hubiera tenido a alguien que conocía junto a él. Porque A-Yuan lo recordaba, ¿no? Por eso había corrido a su encuentro en cuanto lo había visto, aferrándose a sus piernas como solía hacerlo ese día.
Habiendo descifrado la razón detrás de aquel comportamiento inesperado, WangJi le había pedido a su hermano y a su tío que lo dejasen a solas, convencido de que en cuanto la presencia de los desconocidos se esfumara, A-Yuan se calmaría y hablaría con él. No obstante, incluso de haber pasado ya unos cuantos minutos en los que estaban completamente solos, el niño no dejaba de llorar.
WangJi, que en su vida tenía el conocimiento de consolar a alguien y mucho menos a un niño, simplemente dejó que aquel nuevo instinto suyo que había desarrollado con A-Yuan actuara por sí sólo. Antes de que su mente pudiera procesarlo incluso, lo había rodeado con sus brazos, apretado contra su pecho y dado suaves caricias en la cima de la cabeza con dedos torpes pero cálidos. Esto había sido finalmente lo que se necesitó para que el niño se calmara un poco, convirtiendo su llanto desconsolado en pequeños sollozos.
Pero seguía sin querer hablar, demasiado asustado aún como para sacar siquiera su rostro del pecho de WangJi.
Entonces, una suave melodía los envolvió.
En un principio, A-Yuan se sobresaltó en su regazo, sorprendido por el sonido inesperado. Aún así, al pasar los segundos, su cuerpo fue relajándose lentamente, los estremecimientos deteniéndose y los sollozos volviéndose cada vez más suaves y ligeros.
Por supuesto que WangJi reconoció la melodía de inmediato y sabía también el instrumento que la emitía. Al alzar la mirada, pudo ver la silueta de Lan XiChen fuera del Jingshi con Liebing descansando sobre sus labios, esto produjo que WangJi sintiera otra oleada de profundo agradecimiento hacia su hermano.
¿Qué hubiera sido de él sin XiChen?
—¿Te agrada?
A-Yuan se removió entre sus brazos y, tras un breve momento de vacilación, alzó lentamente la mirada hacia WangJi. Sus ojos enormes estaban enrojecidos e hinchados, pero ese brillo lleno de vida persistía, lo que calmó la ansiedad del jade menor.
No hubiera soportado observar aquellos ojitos sin el brillo que tanto los caracterizaba, se le hubiera hecho pedazos el corazón... más de lo que ya estaba despedazado.
Despacio, casi con temor, A-Yuan asintió lentamente con la cabeza.
WangJi suspiró de alivio al recibir una respuesta. Con una de sus manos, limpió las mejillas del niño con mucho cuidado, haciendo caso omiso a que las lágrimas seguían cayendo silenciosamente de esos ojitos.
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Por ti, Wei Ying.
FanfictionUn conjunto de relatos dentro de la cronología de Mo Dao Zu Shi. Si bien el narrador es en tercera persona, la mayoría estarán centrados en el punto de vista de Lan Zhan, para conocer la profundidad de sus sentimientos, el dolor al que fue sometido...