Por ti, Wei Ying.
PRIMERA PARTE: Lo que fue de mí... sin ti.
Primer capítulo: La noticia.
—WangJi, hermano, el Patriarca Yi... el joven amo Wei WuXian... ha fallecido.
Aquellas habían sido las palabras que habían sumido el mundo de Lan WangJi en una oscuridad total y absoluta. Palabras que habían destruido su mundo por completo, despedazando su corazón, pulverizando sus extrañas en el dolor más agónico y poderoso que el implacable cultivador jamás había sentido en toda su vida.
Las palabras que lo condenaron por largos e infinitos 13 años.
—¿WangJi, me estás oyendo? Yo... lo siento mucho, WangJi, pero el joven Wei no tenía salvación alguna... Él mismo selló su destino...
La voz de Lan XiChen se disolvió lentamente en sus oídos, convirtiéndose en un eco lejano al que apenas podía siquiera tomar en cuenta. Aún estando sentado, sintió que el mundo se inclinaba debajo de él en un vertiginoso giro que le revolvió el estómago y, en respuesta, se inclinó hacia adelante con un jadeo, llevando sus manos temblorosas a sus rodillas en un débil intento de sostenerse, de no caer.
Desde lo más profundo de su pecho, allí donde yacía su corazón, de pronto comenzó a emerger un ardor constante que se intensificaba cada vez más con el correr de los segundos. Era un fuego abrasador que amenazaba con consumir todo su corazón en el dolor más agónico posible, extendiéndose por sus venas como lava caliente, transformando el dolor en su espalda, causado por su heridas aún abiertas, en una cosa mínima e insignificante en su comparación.
Era horrible. Era insoportable. Era la agonía más pura.
Al moverse, se percató de pronto que su visión estaba borrosa. Las lágrimas se habían acumulado sin que él se hubiera dado cuenta, sin ninguna autorización de su parte, guiadas netamente por el dolor inmenso al que su ser estaba siendo sometido. Sin embargo, no caían. No caerían hasta que él mismo pudiera verificarlo...
Intentó colocarse de pie. Con mucho esfuerzo, apoyó una temblorosa mano en el suelo, donde antes había estado meditando, y obligó a sus piernas a ponerse en movimiento. No obstante, su cuerpo no respondió como él esperaba y, con una sacudida violenta, el mundo pareció inclinarse nuevamente bajo él y cayó de rodillas pesadamente. Como si eso no fuera poco, súbitamente las náuseas se acumularon en su garganta y la arcada que vino después le dobló el cuerpo bruscamente hacia al frente. Al parecer, la conmoción de la cual estaba siendo víctima era tan potente como para alterar su ser por completo, incluso a nivel físico, porque lo que salió de su boca entonces fue una espesa y caliente sangre que salpicó en el suelo y llenó sus labios de un rojo carmesí.
—¡WangJi!
Espantado, Lan XiChen se arrojó hacia su hermano con los brazos alzados, listo para sostenerle. Sin embargo, Lan WangJi hizo caso omiso a su gesto y sólo se apoyó en su brazo para colocarse de pie con cierta dificultad. Por un momento muy breve, pareció que sus piernas cederían nuevamente y caería al suelo, pero Lan WangJi logró estabilizarlas, apretando fuertemente la mandíbula por el esfuerzo.
—WangJi —le llamó entonces su hermano con voz trémula—, no debes hacer esfuerzo. Tus heridas...
—No. —La negativa de Lan WangJi fue tan absoluta que su hermano se detuvo de inmediato, mirándolo con ojos bien abiertos—. No.
—WangJi...
—¡No!
XiChen aspiró bruscamente, sorprendido. Era la primera vez que le oía gritar. Ni siquiera lo había oído cuando recibió su castigo, cuando la crueldad del cuero se encontró treinta y tres veces con su nívea piel, dejando a su paso heridas abiertas que hasta ese día aún no habían sanado. No había importado el dolor; WangJi lo había soportado en completo silencio, sin un sólo jadeo como prueba de la tortura.
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Por ti, Wei Ying.
FanficUn conjunto de relatos dentro de la cronología de Mo Dao Zu Shi. Si bien el narrador es en tercera persona, la mayoría estarán centrados en el punto de vista de Lan Zhan, para conocer la profundidad de sus sentimientos, el dolor al que fue sometido...