Por ti, Wei Ying.
Capítulo 17: Disciplina.
Lan SiZhui tomó una respiración profunda por cuarta vez, sintiendo que el aire ingresaba lentamente en sus pulmones y los expandía, alejando de alguna forma el anterior mareo y cierto pánico que había atacado su cuerpo, el cual había congelado sus músculos por completo. Estaba de cuclillas, con la cabeza escondida en el espacio entre sus rodillas, una posición bastante eficaz a la hora de alejar los bruscos giros que el mundo daba a su alrededor.
De pronto, una cálida mano se posó en su hombro.
—SiZhui, ¿te sientes mejor? ¿Necesitas algo?
Definitivamente el tener a JingYi a su lado le hacía sentir mejor. Su mejor amigo parecía particularmente preocupado por él, como cada vez que esto sucedía, y SiZhui podía sentir su cuerpo moverse inquietamente a su lado, intentando encontrar alguna forma de ayudarlo. Sonrió para sí.
—Estoy bien —masculló, su voz sonando amortiguada al estar aún con la cabeza inclinada—. Sólo dame un par de minutos más. Está pasando.
—Qué extraño —murmuró JingYi a su lado—. Generalmente estos mareos no te duran demasiado.
SiZhui hizo una mueca. Por alguna razón, le avergonzaba admitirle a su amigo en voz alta que eso se debía a que, las veces anteriores que esto le había sucedido, su padre, Lan WangJi, estaba allí con él y su sola presencia era un cálido tranquilizante para su organismo porque SiZhui sabía, en lo más profundo de él, que nada podría sucederle estando su padre a su lado, que él lo protegería... incluso de su tonto miedo inconsciente a las aguas agitadas.
—No pasa nada —le tranquilizó con voz calma—. Sólo, por favor, dime que has encontrado a los demás.
Alzó ligeramente la mirada por sobre sus brazos para observar la mueca que su mejor amigo le dedicaba en respuesta.
—Este lugar es demasiado grande y está atestado de gente, SiZhui. Si me alejaba más, iba a perderte de vista.
Suspirando, SiZhui finalmente alzó su cabeza y se quedó muy quieto, esperando sentir el mareo atacar nuevamente. Afortunadamente esto no sucedió, el mundo otra vez volvía a estar estable y quieto ante sus ojos.
—Mi tío no va a estar contento con esto.
JingYi soltó un débil gemido de protesta.
—Nos hará transcribir las reglas... otra vez. Ugh, mi mano aún duele de la última vez.
—Eso es porque sólo fue ayer, JingYi.
—No me lo recuerdes. Por poco y hubiera sido el único en quedarse en casa esta vez.
—Tal vez eso hubiera sido mejor —comentó SiZhui, colocándose de pie con ayuda de la mano de su amigo que de inmediato se alzó en su dirección—. Ahora, por mi culpa, estás perdido dentro de esta enorme ciudad.
Yunmeng era grande, concurrida y bulliciosa. Las personas iban de un lado a otro, los comerciantes llenaban cada espacio cerca del muelle y sus voces se alzaban con furor, llenas de vitalidad. SiZhui no estaba seguro sobre su primera infancia, ya que poseía muy pocos recuerdos de su vida antes de Profundidad de las Nubes, pero podía asegurar que aquella era la primera vez que visitaba aquella ciudad.
Dado que la edad en que tendrían su primera cacería nocturna se acercaba cada vez más, las enseñanzas ya no se limitaban a clases a puertas cerradas y cada cierto tiempo los llevaban a excursiones de prácticas en diversas ciudades. Esta vez, era el turno de Yunmeng. El grupo de discípulos en esta ocasión era particularmente grande, por lo que los maestros se habían visto obligados a separarlos cada cierto número por botes. Lan SiZhui y Lan JingYi habían ido en el último, y por más que el primero había intentado serenar su respuesta biológica ante el viaje sobre las aguas, no lo había conseguido. El resultado de esto había sido que SiZhui se había quedado atrás, intentando calmar sus mareos, y JingYi no había querido abandonarlo a su suerte así que lo acompañó, confiando en que los demás los esperarían.
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Por ti, Wei Ying.
FanfictionUn conjunto de relatos dentro de la cronología de Mo Dao Zu Shi. Si bien el narrador es en tercera persona, la mayoría estarán centrados en el punto de vista de Lan Zhan, para conocer la profundidad de sus sentimientos, el dolor al que fue sometido...