Capítulo 9: Renacer. Pt2.

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Por ti, Wei Ying. 

Capítulo 9: Renacer. Parte 2. 

Casi una media hora más tarde, un completamente vestido y enérgico A-Yuan recorría toda la extensión del Jingshi, intentando saciar su curiosidad. Al parecer el baño había sido más que suficiente para entregarle cierto consuelo a su organismo y el cuerpo ya estaba comenzando a responderle de manera adecuada. Las prendas le habían calzado a la perfección, como si hubieran estado hechas especialmente para él, a excepción de las mangas, las cuales XiChen y WangJi se habían visto obligados a doblarlas un poco para evitar que al niño le molestaran y así dejar sus pequeñas manos libres.

—¿Cómo está? —le susurró el jade mayor al menor. Ambos estaban de pie en el anexo principal de la habitación. Los ojos tan claros como el vidrio de WangJi no se despegaban ni un sólo segundo del pequeño que se movía alrededor de ellos.

Hubo un breve momento de cargado de silencio por parte de WangJi. Una emoción peculiar y profunda le consumía el rostro mientras observaba al niño, lo que preocupó a Lan XiChen.

—No recuerda.

Atónito, XiChen volteó rápidamente hacia su hermano.

—¿Nada?

—Nada. —WangJi hizo un ligero asentimiento—. Al preguntarle sobre mí, sobre si recordaba cuando nos conocimos, me di cuenta. Quise corroborarlo, así que mientras le daba un baño mencioné algunos recuerdos de forma ligera, con la esperanza de conseguir alguna reacción. —El rostro níveo del jade menor se contrajo levemente—. No hubo respuesta.

WangJi había tenido mucho cuidado al hacer esto. Sabía que un sólo paso en falso podía desencadenar una reacción fatal en el niño al evocar los recuerdos más potentes y llenos de emociones de su vida. Es por ello que había decidido proceder con ligereza, sólo mencionando algunos momentos de aquel día en un intento de conseguir cualquier reacción en el niño que diera indicio de memoria. Sin embargo, bastó con sólo dos intentos para advertir que no funcionaría. Había sido como chocar de lleno con una pared.

—Seguramente se debe a la condición que atravesó su cuerpo por días. —XiChen suspiró, volteando a ver al niño una vez más—. Tal vez es sólo cuestión de tiempo. Si sigues contándole de su pasado, si le cuentas sobre su familia, quizás...

WangJi asintió, mas se mantuvo en completo silencio. Sus ojos seguían el rastro del niño con una intensidad tan palpable que fue sólo cuestión de unos cuantos segundos antes de XiChen se diera cuenta del dilema que parecía estar batallando fuertemente en su interior.

—No estás seguro de que eso sea lo mejor para él.

Cerrando los ojos por un breve instante, WangJi asintió.

—Sea lo que sea que decidas, sé que será por su bien. —El jade mayor palmeó suavemente el hombro de WangJi, teniendo cuidado de no rozar ni su espalda ni su pecho—. Sabes que te apoyaré, no importa qué.

—Gracias —susurró WangJi con profunda sinceridad.

Fue entonces cuando A-Yuan regresó a donde ellos estaban. Su pequeño rostro estaba rebosante de vitalidad, provocando que WangJi experimentara una suave sensación de calidez. Aún podía estremecerse con el recuerdo de aquel rostro completamente arrebolado por la fiebre y contraído por el dolor. Y como si eso no fuera poco para remover el corazón destrozado de WangJi en afectividad, el pequeño alzó el rostro hacia él en cuanto llegó a su lado, y le dedicó la sonrisa más amplia y acogedora del mundo.

WangJi suspiró, tomándose un momento para ordenar su musaraña de emociones.

Inopinadamente, Lan XiChen soltó una risa baja entre dientes. De inmediato, WangJi volteó el rostro para observarlo, tomado con la guardia baja por este sonido. A modo de explicación, XiChen apuntó al niño con su barbilla, sin dejar de esbozar una pequeña sonrisa divertida.

Por ti, Wei Ying.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora