• EPISODIO 12 •

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Todo lo que había consumido en el día, estaba siendo desechado en ese instante en el retrete, no sabía si era por mi terrible miedo al señor que intentaba nuevamente violar me, pero, no estaba nada bien, Jimin me habló sobre las recomendaciones que supuestamente dió el doctor, me contó que la señora Rebeca se encontraba preocupada por mí y que yo no podía actuar ignorante a sus sinceras intenciones, por ese llamado de atención yo decidí procurar un cuidado a mi cuerpo, por el contrario, desconocía si éste acto era parte de la misma afección de mi sistema, después de sacar todo lo malo que mi estómago no deseaba, lavé mi boca, ese señor está al otro lado de la puerta, no quiero salir porque no tengo ni la menor idea de lo que vaya a hacerme, pero tampoco puedo quedarme aquí toda la noche, debe estar muy molesto conmigo por el gesto que tuve hacia Jimin, él está enfermo de la cabeza, ¿Tengo prohibido sonreír a Jimin? ¿Qué sandez era esa?

---¿______?
-Abrí la puerta cubriendo mi boca-
¿Estás bien? -Asentí- ______ yo..

No quería escucharlo hablar, lo estaba maldiciendo con todo el corazón por sus anteriores acciones, ¿Qué clase de juego era ese? Intenta abusar de mí y luego ¿Se preocupa? ¿No se da cuenta que el mayor peligro existente en la tierra es él? Molesta por su hipocresía, le empujé hacia la pared para poder huir de ese estudio, escuché a él gritar mi nombre varias veces, pero no volví a verlo en ningún momento, probablemente me estaba siguiendo, por eso preferí no parar, hasta que entre mis carreras en los enormes pasillos de la morada, choqué con el cuerpo ancho de lo que parecía ser un chico, éste me sostuvo en sus brazos con fuerza, pero yo hacía lo posible por soltarme.

---¡______ tranquila! ¡Soy yo, Jimin!
-Extendí mi vista hacia arriba, el rostro del joven estaba siendo alumbrado por la luz de la luna, no me percaté en mi desesperación que se trataba de él, me sentía aliviada en tenerle cerca, me aferré a su cuerpo con mis mejillas humedecidas por las lágrimas, el chico no sabía el por qué de mi repentina rabieta, pero me abrazó a él con fuerza, el pasillo está a oscuras y a duras penas se introduce luz de aquel
satélite de color amarillento en el cielo-

Mi intento por calmar mis sollozos, indicó a Jimin que estaba mejor, por lo que me apartó con suavidad de su cuerpo, con la yema de sus dedos limpiaba las pequeñas gotas que quedaban en mi rostro, él me sonreía con dulzura, otra vez hacía yo una comparación del joven Jimin con el señor Kim, tenía miedo de que aquel hombre fuese a tomarme de nuevo, no quería estar más en éste lugar, por ese dolor en mi pecho, le hablé al chico frente a mí con rapidez.

---Quiero irme de aquí, ya no lo soporto
---Dime qué ha sucedido y veré si puedo ayudarte
-Posó sus manos a los lados de mis hombros-
---N-No puedo -Vacilé, si le digo que Kim intentó violar me, puedo meterme en problemas-
---Confía en mí, ¿Quién te ha dejado en éste estado?
---Bueno...-Intenté hablar un poco nerviosa-
---¿Fue Taehyung?
-Miré sus ojos que transmitían molestia-
Fue él, ¿Verdad?
---Si, abusó de mí -Respondí finalmente- No es la primera vez, él intentó hacerlo de nuevo, Jimin tengo miedo, él es un hombre muy malo, si la señora Rebeca se entera, creerá que yo me entregué a él por voluntad propia, no sé qué hacer
---Vé a descansar -Ordenó-
---¿Cómo?
-Me sorprendí a su frigidez, me estaba mirando de forma totalmente diferente, se veía airado, su voz sonaba ronca, ¿Por qué me trata así? ¿Qué hice mal?- Pero..
---Yo arreglaré ésto, debes descansar, te ves muy pálida
-Colocó un mechón de mi cabello atrás de mi oreja- Estate tranquila ¿Si? Buscaré cómo solucionar éste problema, Taehyung no podrá volverte a tocar

Esa noche, aunque él me pidió descansar en paz, no lo conseguí, fueron tantas emociones que no dejaba de pensar en lo sucedido, el joven Jimin ahora lo sabía, ¿Enfrentaría al señor Kim? ¿Le dirá a Rebeca? ¿Me sacará de aquí? ¿Qué sucederá mañana? No podía dejar de maquinar en las acciones que se darían al siguiente día, no solo me aseguró que Taehyung no volvería a tocarme, él hasta éste momento decidió quedarse a mi lado, creo que la tensión del momento junto a mi enfermedad, me estaban dando efectos demasiado negativos, en la noche vomité al menos siete veces, me asombraba yo misma de dónde salían tantas cosas, casi no doy bocado y hoy que decidí comer, seguro me hizo daño, los mareos son terribles, los dolores de cabeza también, me siento demasiado débil, entre tantos malestares que he desarrollado en la noche, Jimin dijo que esperaríamos a que amaneciera para llamar a un buen médico que él conocía y de quién era amigo, no tenía formas de agradecerle al joven, hasta ahora, es el único que me ha escuchado, con quién he hablado, con quién me he desahogado, llevaba solo un día en la mansión, pero eso no le detuvo a ser un buen hombre conmigo, entre mis cortos cierres de ojos, llegaba a imaginar al joven traicionando me, claramente sería una desilusión horripilante, no quería que Jimin me abandonara, al principio consideré a la señora Rebeca mi salida, pero con el tiempo, me di cuenta que por más buena que sea, jamás me dejaría irme, con Jimin no era el mismo problema, apenas le he dicho del caso se ha mantenido conmigo, Dios, me cuestiono una y otra vez si él es el milagro por el que tanto te he rogado.

---_______ -Abrí lentamente mis ojos- ¿Cómo amaneciste? -Jimin, él está aquí-
---Estoy cansada, mi cabeza duele y estoy mareada..
---Ya he llamado al médico, él está aquí, entrará para revisar te, después de eso, podrás descansar todo lo que quieras, ¿Estás de acuerdo con eso? -Asentí-

La verdad es que no comprendía qué tan grave estaba mi cuerpo, hacerme tener éstas experiencias es algo nuevo a tal punto de que me empieza a preocupar, solo espero que no sea nada malo y que la anemia no esté avanzando tan rápido, Jimin se esfuerza tanto en atenderme, que me hace sentir importante, un adinerado, preocupado por mí, no siempre tienes esos momentos tan legendarios.

---Buenos días _______, mi nombre es Jin, seré quién vaya a revisar te
-Sonreía el muchacho apuesto que de no ser por los mareos, me tomaría el tiempo en apreciar lo guapo que es-

El comenzó a evaluar mi cuerpo de forma que le decía si algo me dolía, cuáles eran mis síntomas y desde cuándo los tenía, es cierto que antes vomitaba de vez en cuando, pero también consideré que fueran parásitos o algo por el estilo, Annie era la encargada de atenderme cuando tenía esas recaídas, por eso nunca me preocupé ni le di importancia, veo al doctor Jin hablar con Jimin, casi no los escucho muy bien, estoy agotada sin saber el porqué, pero, el rostro de aflicción de Jimin me deja mucho que pensar, pierdo la conciencia poco a poco, escuchando solo susurros entre ambos jóvenes, deseaba dormir plácida por una buena vez, seguro el líquido extraño que me ha puesto el médico me está dejando así, solo espero que cuando despierte, me sienta mejor.

𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎́𝐍 𝐏𝐄́𝐑𝐅𝐈𝐃𝐎 || 𝐊𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora