Todo por nosotros ♡Namgi♡

Ilógico

Sus heridas no habían sanado en lo mínimo y eso le ocasionaba mucho dolor.

Era de día y a Yoongi le tocaba ir a la escuela. Abrió los ojos con pesadez y suspiró, sentía como su cuerpo luchaba por acostumbrase y reparar ese dolor que aún sentía.

¿Podría ser este día peor que le anterior? –se preguntó el pelinegro.

¿Quién sabe? Hay muchas cosas que pueden ocurrir en un solo día.

Al terminar de vestirse bajó las escaleras directo a la cocina. Desayunó algo ligero, como cualquier día de rutina. Y sin más, se largó a la escuela

- ¡Yongiii! –gritó una muchacha que corría detrás de el– ¡Mierda! ¿Qué te paso?

- Bueno, ¿Cómo explicarte? -¿Cómo explicarle sutilmente que un chico que apenas conoció lo había golpeado hasta dejarlo sin fuerza?

- Dime quien te lo hizo.

- No es necesario que...

- ¿Qué? ¿Crees que me quedaré de brazos cruzados al saber que mi mejor amigo fue dañado?

Yoongi bufó

- Jihyo, es justo lo que quiero que hagas.

La castaña bufó.

- ¡Yoongi!

- Me metí en problemas, ¿Bien? Hice enojar a un chico y...

- ¡¿Quién?!

El suspiró

- No lo sé, nunca me dijo su nombre y ni me importa. –Yoongi seguía caminando con tranquilidad.

- Descríbelo físicamente –ordenó la chica.

- Cabello castaño, casi rojizo, ojos ¿Miel? Creo... Hm... tez algo morena.

- ¿Arriba de un metro ochenta?

- Creo que sí.

- ¡Pues, ese chico se llama Namjoon! ¡Y es un maldito!

- Me da igual, ¿Ya?

- ¡Me vale que sea conocido por ser un maldito que guste de peleas! ¡Me las va a pagar!

- ¡No lo hagas! ¿Oíste? Si los haces no te volveré a hablar

Jihyo apretó la mandíbula

- Jihyo

- Yo...

- No.

- Pero...

- Que no.

Jihyo no podía seguir insistiendo, cuando Yoongi decía algo lo hacían enserio.

Caminaron en silencio hasta llegar a la escuela.

- Si te lo encuentras golpéalo –decía Jihyo.

- ¿Esta en la escuela?

- Si, hace bastante tiempo. Pero Namjoon prefiere saltarse las clases e ir con sus amigos a no sé qué lugar.

Yoongi tragó en seco. Aún no entendía el por qué Namjoon se encontraba frente a su casa ese día.

- ¡Adiós!

Yoongi de despidió de la chica con la mano y prosiguió a buscar su casillero.

Su mente seguía nublada por los pensamientos de aquel día. Namjoon lo golpea y ahora ¿Lo quería ayudar? No tiene sentido, para nada. ¿Acaso esa una trampa o era verdad? Le gustaría contestar sus preguntas, pero...

- Oye –Yoongi oyó la voz de un muchacho detrás de él.

Parece que sus preguntas podrían ser contestadas.

- ¿Qué quieres? –contestó de mala gana.

- Eh... -Namjoon dudó– Sólo quería preguntarte si... ¿Estas bien?

¿Qué?

- No es tu incumbencia.

- Puede que sí.

- No eres mi madre para preguntarme cómo estoy. Ahora, preferiría que dejaras de buscarme y me dejaras de una puta vez ¿De acuerdo?

Se estaba irritando.

- Además ¿A qué se debe este cambio, eh? ¿Primero me golpeas y luego intentas ayudarme? ¿No crees que es muy estúpido?

- Solo quiero pedir tu perdón.

- ¿Perdonarte? ¿acaso estás loco? –Yoongi sacó el cuaderno del casillero, luego, lo azotó con todas sus fuerzas– Vuelvo a repetirlo: No te me acerques y no me hables.

Sin más. Yoongi se largó.