Todo por nosotros ♡Namgi♡

Todo a la basura

Yoongi

Pareciera que se habían vuelto de piedra.

Ninguno se movió, ninguno dijo ni una palabra. Fue un silencio incómodo, pero fue lo que necesité para relajar mi postura sin quitarles la mirada fija.

Hasta que uno de ellos habló:

- ¿Qué...? –preguntó mi madre, incrédula.

- ¿Qué acabas de decir?

- Que soy ...

- Es una broma, ¿no? –me interrumpió.

Se giró hacia mi padre: – Estas bromeando, ¿verdad?

Mi padre me observo, frunció el entrecejo.

-Esperó que sea así

Tragué en seco y abrí mi boca para seguir hablando.

- No es una broma-asegure-. Ahora mismo llevo dos meses y medio con él.

- ¿Qué? -exclamaron al unísono. Me reprimí a dar un paso hacia atrás.

- ¡No puedes! -gritó mi madre

- ¿Cómo que no puedo? Ya lo hice- contesté suavemente-. Yo sé que es algo fuerte, pero esperaba que lo comprendieran y...

- ¿Y aceptáramos que sales con un hombre, lo cual no es natural? ¡Es un hombre, Yoongi! No me molestaría que fuera una chica, pero... es un chico... ¡Eso no es posible! -no dejaba de agitar sus brazos y pasar su vista en puntos muertos. Creí haber visto sus ojos brillosos, como si quisiera llorar.

No puedo negarlo, yo también estoy aguantándome las ganas de echarme a llorar. No lo hice, en cambio apreté mis puños al igual que mi mandíbula.

- Que sea un chico no tiene nada de malo -dije-, de igual forma lo amo por como es, no por si es mujer o no.

- ¡¿Acaso estás sordo?! -exclamó mi padre. En su frente se le marcaron las venas al igual que en su cuello- ¡Te están diciendo que no es normal y punto! ¡Eres un chico y debes salir con chicas! ¡Eso es lo que debes hacer!

Lo sabía, tenía el presentimiento que esto ocurriría. Ahora mis padres me están odiando, me odian por estar enamorado de un hombre.

Me odian porque no estoy cumpliendo con sus expectativas de hijo perfecto.

Sin darme cuenta acababa de echar a la basura todos estos años de esfuerzo para cumplir con sus expectativas, por hacerlos felices. No, claramente no puedo hacerlo. Un sentimiento de culpa y miedo creció en mi pecho y me agobio en ese instante.

- Vete a tu cuarto y no salgas -me ordenó mi madre.

- Mamá...-susurré, intentando buscar las palabras para remediarlo, pero un nudo se formó en mi garganta y las lágrimas se deslizaron en mis mejillas.

- ¡AHORA! -gritó destrozada. Sus ojos estaban muy brillosos, claramente se encontraba al borde del llanto.

- Por favor, mamá...Perdóname-empecé a balbucear-. No fue mi intención...

- ¡VETE! -esta vez mi padre se acercó a mí y me bofeteo mi mejilla- No nos hagas repetirlo: Vete a tu cuarto y no salgas, ¿me oíste?

Con una mano en mi zona afectada, asentí sin decir ni una palabra y corrí a mi habitación. Antes de cerrar la puerta escuché como mi madre se echaba a llorar, de seguro en los brazos de su amado.

Eso mismo deseo hacer ahora.

Rompí a llorar.

Me sentía como una completa mierda.