Epílogo

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Yoongi

No pude evitar esbozar una sonrisa al verlos de tal modo, tan despreocupados mientras toman una siesta en pleno sofá. Me crucé de brazos.

- Te dije que tenias que llevarlo a su cuna -le dije suavemente. Namjoon abrió levemente sus ojos y acarició la espalda del ser sobre su pecho.

- Lo intenté -contestó-, pero Jungkook se ponía a llorar cuando lo dejaba ahí.

- Si sigues así terminará siendo un niño consentido -dije, acercándome a ellos.

- Lo sé, pero sabes que soy débil con los niños, y menos con esos ojitos de bambi que tiene -dijo en un pequeño intento de defenderse.

Me incliné levemente hacía ellos y coloqué mis manos alrededor de Jungkook e intenté alejarlo de Namjoon. En cuanto lo coloqué sobre mi pecho él abrió sus ojos y me observó.

- Ups. Parece que se va a poner a llorar -dijo Namjoon pasando una mano sobre u adolorido cuello.

Jungkook se giró y observó a Namjoon, luego a mí y su labio inferior tembló.

- Ni creas que lo vas a hacer -le advertí. Su labio dejó de temblar y me observó frunciendo débilmente el entrecejo.

Namjoon se rio.

- Algo me dice que cuando crezca te tendrá miedo -dijo.

- Prefiero que me tenga miedo a que sea un consentido -dije, observándolo entre cerrando los ojos.

Namjoon sonrió. Me atrajo rodeando sus manos en mi cadera y besó mi mano izquierda, sobre el anillo de matrimonio. Luego, se levantó y depositó un beso sobre la cabeza de Jungkook.

- Claro, como tu digas -contestó.

Fruncí mis labios y él los besó. En mitad del acto, sentí unas pequeñas manos en mi mejilla.

- Creo que a Jungkook no le gusta que nos besemos -dijo Namjoon, divertido.

- Que pena -contesté-. Aunque sea mi hijo, eso no evitará que haga lo que quiera.

- ¿Cualquier cosa? -preguntó Namjoon.

Me giré hacia él.

- ¿Qué tramas? -respondí. Namjoon mordió si labio inferior y alzó seguidamente sus cejas-. Oh, claramente eso no.

- ¿Sabes? Creo que ya turno de Jihyo en cuidar a Jungkook -dijo tomándolo entre sus brazos y encaminándose a la habitación de la castaña.

- ¿Qué? ¡Oye, Namjoon! ¡Detente ahí! -grité- ¡Namjoon!

Volvió al pasar unos simples minutos. Nuevamente me crucé de brazos.

- Eres un completo hijo de puta -dije.

- Gracias -respondió, tomándome y colocándome sobre sus hombros.

- ¡Namjoon, bájame ahora! -grité aferrándome a su brazo. Sentía que en cualquier momento me podría caer- ¡Namjoon!

- Guárdate esos gritos para después -me dijo con completa naturalidad.

- Santo cielo -murmuré cuando empezó a caminar hacia nuestra habitación-. Cuando se te mete una idea a la cabeza no la quitarás hasta hacerlo, ¿no?

- Dime terco si quieres, pero es verdad -contestó, tras luego lazarme a la cama y girarse para cerrar la puerta con seguro.

- Deberías dejar de serlo. Algo me dice que Jungkook te imitará en eso, puede que hasta te gane.

Todo por nosotros ♡Namgi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora