(Editado ligeramente)
(27 de Marzo del 2020)
Mundo: «+532,000 casos»
Rusia: «840 casos»
—¿Entusiasmado?
—Para nada.
—Yo tampoco lo estoy, ¿cómo va la situación en tu territorio?
—Simplemente controlada, creo que se lo tomaron bien. Por cierto... ¿sabes la salud de Venezuela?
—Él está en perfectas condiciones —sonrió la chica—, apenas algunos contagiados y ningún deceso hasta ahora.
El ruso suspiró algo aliviado, esa información calmaba un poco la preocupación por su aliado/amigo.
—Dicen que China está en coma, ¿verdad?
—Y lo está, OMS me lo informó desde su territorio.
—¿Por qué entró a ese estado?
—Comprobamos de que si un país es el nuevo epicentro o supera una cierta cantidad de casos, su cuerpo de debilita a tal punto de que se desmaye y quede en coma.
Ahora sí estaba asustado, por dentro.
—Pero solo durará unas dos semanas aproximadamente —continuó diciendo como si nada—, si es que no te conectan a un respirador artificial, de no ser así...
—El country fallece por falta de oxígeno... —completó la oración algo desanimado.
Se quedaron en silencio luego de ello, solo se escuchaba las rueditas de la maleta del ruso chocando con la acera; gracias Laura, el niño crecerá con traumas.
Al estar cerca de la casa temporal del estadounidense, la chica se sorprendió al ver la madera sin ningún rastro de polillas o humedad, como si no hubiesen pasado los años.
Por el otro lado, a Rusia se le veía ido de si, no sabe la más mínima razón por la cual miraba con interés aquella casa que apenas sabía que existía por la conversación que tuvo con la contraparte de ONU.
Bastó un chasquido de la chica para regresarlo a la realidad y darle a saber que estaban frente a la puerta, ella tocó la madera con un «¡Voy!» de respuesta.
El estadounidense abrió la puerta mostrándose con sus típicos lentes de sol, mascarilla y chompa azul oscuro (que por cierto se quedó así como si de una piyama se tratara).
—Hola Laura y... —detuvo su hablar al ver a Rusia con su cara seria de siempre para volver a cerrar la puerta—. ¡¿Qué hace él aquí?!
—Te dije que no me quiere ver en el avión —dijo el euroasiático mirando a la contraparte de la ONU—, ni yo sé por qué.
—¡Estados Unidos de América! —tocó la puerta un poco más fuerte—. ¡Abre la puerta ahora mismo!
—Never! —respondió entrando en pánico interno.
—¡No es broma, abre!
Rusia comenzó a sentirse algo incómodo y fuera de sus expectativas iniciales, las cuales eran de que:
1.- USA lo dejaría entrar a regañadientes y en la sala se forme un lindo silencio incómodo para después quebrarlo con un cariñoso «Ojalá te encuentres con tu padre» por parte del estadounidense.
2.- Iniciar un conflicto verbal apenas y pisaba la casa.
Pero bueno, nada es como los libros.
—¡Por enésima vez, no lo dejaré entrar!
—¡Los papeles se deben de invertir, USA!
Ambos países se sorprendieron ante lo dicho por la chica y al ruso se le vinieron muchas preguntas: ¿Invertir papeles?, ¿de qué hablaba?, ¿hay algo que él no sepa?, ¿por qué sentía que le iba a dar una fiebre de 39 grados si apenas tenía cerca de 900 casos?
En cambio, Estados Unidos sabía de qué hablaba exactamente, odiaba ponerse sentimental un día y que te ataquen con lo mismo pero... por alguna razón sentía que todo iba a cambiar para
Abrió un poco la puerta dejando solo ver la mitad de su cara a los otros que seguían parados tal cuales testigos de Jehová y él bien gracias. Suspiró y dejó el suficiente para que Rusia entrara diciendo un «pasa» algo audible.
(...)
—¿Privet? (¿Hola?) —preguntó nervioso con el celular pegado a su inexistente oreja.
—Hermano —respondió una voz femenina al otro lado de la línea con un tono entre molesto y estresado.
—Navska, oye... tenemos que hablar.
Los rusos estuvieron conversando como si de políticos se tratara, formal y seriamente.
Estados Unidos estaba lejos de él, muy apegado la puerta de la cocina, como si el contrario fuera una clase de monstruo que lo estuviera acorralando.
Observó que Rusia sacaba un frasco de pastillas que no logró saber de qué eran, ya que apenas sacó un par y guardó el objeto en su maleta.
«Más tarde hablaré con él...» pensó.
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Infectado de Amor [RusAme]
Fanfiction[RESCRIBIENDO...] En estos tiempos de CoronaVirus, nosotros tenemos que estar en cuarentena y evitar contacto con nuestros seres queridos, ¿no? Pues esto es lo que está pasando con el estadounidense, su presidente tuvo que alejarlo de la casa Blanca...