Puedo decir con total seguridad que no esperaba que mi vida fuera a ir decayendo con cada día que paso. Mis esperanzas de futuro son cada vez menores, si es que aún queda algo de eso dentro de mí. Posiblemente todo comenzó a ir de mal en peor cuando mi madre decidió casarse de nuevo con ese tipo al que llama amor de su vida, aunque yo lo vea como un completo inútil que no merece nada que provenga de ella. Sin embargo, no sé en qué momento mi relación con la mujer más hermosa que han visto mis ojos, comenzó a ser tan lejana que podemos vivir meses sin comunicarnos o saber absolutamente nada de la otra. De vez en cuando, hablo con mi hermano Kwan sobre la situación de casa, ya que él tiene aún diecisiete años y no puede salir de ese infierno. Le prometí hace unos años que se iría conmigo en cuanto fuera mayor de edad, aunque eso se vea demasiado difícil en este momento.
La distancia familiar también afecta al dinero, es cierto que cada mes aparece cierta cantidad en mi cuenta bancaria pero no es suficiente como para pagarme la universidad. Las becas ayudan hasta cierto punto, para pagarme el piso en el que vivo junto a Hye, mi mejor amiga. En realidad, la única persona con la que hablo si no es exagerar demasiado, la conocí cuando su anuncio sobre la búsqueda de una compañera de piso apareció en Twitter. Vivir en una ciudad diferente, pagando comida, agua, luz y una larga lista de gastos, hace que sienta que pronto tendría que verme pidiendo dinero en las calles. Tampoco puedo pedirle más a mi madre, ya que ella tampoco gana demasiado.
Perdí la cuenta de la cantidad de entrevistas de trabajo que había hecho en este punto de mi vida, sin embargo, la necesidad por una experiencia laboral era el primer impedimento para conseguir el empleo, además de que nadie quería a una chica con el horario tan exigente como el que tengo establecido.
-¿Y por qué no te presentas a la tele?—aquella idea me hizo reír en medio de un río de lágrimas, el cuarto en la semana para ser completamente sincera. ¿Televisión? Sí claro—No estoy bromeando. Sé que la idea no te hace demasiada ilusión pero se gana algo por participar en los programas de parejas en ese canal de cotilleos. Ahora están haciendo los castings para uno nuevo. No te cierres a esta oportunidad, al fin y al cabo es lo único que te queda—sonaba triste pero era completamente cierto.
Así que llegamos al punto en el que me encuentro ahora, la noche de antes de aparecer en un canal solamente visto por gente adolescente y adultos aburridos que buscan algo de salseo que comentar. Sería querida por una parte de los televidentes pero muy odiada por la mayoría. Ni si quiera sé cómo es posible que me seleccionaran a mí para un programa de amor, bueno, si es que se puede denominar de cierta forma. ¿Alguna vez habéis buscado el nombre de vuestro artista favorito seguido de las palabras "boyfriend material" en Twitter e incluso en Pinterest? Bien, pues en eso se resumía la temática de lo que sería mis próximos meses de verano. En realidad, no se fijarían del todo en mí, porque lo que realmente buscan es la imagen aesthetic que se crean las chicas y algún que otro chico en la cabeza al ver a su cantante favorito en esa situación, imaginándose que la chica con la que están, son ellos. Sin embargo, siempre existe alguien que no entiende que todo esto es falso y que probablemente me hagan firmar un contrato para olvidarme de mi pareja en el momento en el que el último capítulo sea lanzado.
SEVENTEEN había sido el grupo elegido para esta ocasión y con algo de curiosidad los busqué alguna que otra tarde por Internet. No voy a engañaros, son realmente guapos y atractivos, más de lo que llegué a imaginarme. En el momento en el que nos preguntaron en el cuestionario sobre quién creía que se asemejaba más a mí, coloqué los tres nombres que primero vinieron a mi mente, pensando muy bien en lo que iba a contestar y recordando cómo se llamaban con dificultad.
Me despedí de Hye, aunque fuera a verla de vez en cuando, ya que algo me inventaría para salir de aquella casa que habían construido simple y llanamente para guardar las mentiras que se decían allí dentro. Ella besó mi frente antes de que bajara del coche, deseándome buena suerte y esperando a que entrara a lo que iba a ser mi futura pesadilla.
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Crush Culture
FanfictionLa vida de Gio cada vez era más complicada y las piedras en su camino eran más grandes con cada paso. El dinero comenzó a hacer falta para poder pagarse la universidad, sin embargo, la constante necesidad de experiencia laboral para ser contratada e...