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3. Trato.

— ¡Con un demonio! este es mi trato, no voy a matarte — Jongin ríe complacido de esta pequeña fiera con cojones para demandar a pesar de llevar las de perder — No seas tan engreído, no te tengo lastima simplemente no soy estúpido, sé que si te mato solo atraerá más gente y me acribillaran a balazos hasta hacerme papilla, así que esta es mi petición te doy el arma pero tu me darás mis pertenencias, mi maldito teléfono y mi identificación y no me digas que no las tienes por que estoy seguro que ustedes no son de los que dejan rastro.— Kyungsoo opina que sí en verdad el hombre está tan colado por él no le será muy difícil cumplir sus peticiones.

— ¿De que te ríes maldita sea? — Jongin está tan excitado ante la valentía de este chico que reírse es su única escapatoria para no desnudar ahora mismo a Kyungsoo y chuparle la verga hasta que vea las malditas estrellas.

— ¿Por que no se si es beneficioso que conozcas tanto de la mafia, o es más bien contraproducente? — no es mentira lo que dice Jongin solo aprovecha para hacer una pequeña acotación.

— Créeme cuando te digo que todo lo que vean mis ojos aquí yo lo usaré en tu contra algún día!— las malditas palabras suenan a coqueteo, está hablando de sobrevivir, debería estar tenso pero no, se miran como si con las miradas pudieran besarse.

Kyungsoo estúpidamente descuidado entrega la culata del arma a Jongin confiando "en un desconocido", el contrario sin pensarlo la tomó con serenidad y con total sinceridad le responde con esa sonrisa retorcida en los labios — no puedo regresar ni el teléfono ni tu identificación, no después de que dijeras que usarías todo en mi contra! — Jongin lo mira con la ceja alzada y mordiendo sus labios provocativamente.

Kyungsoo jamás se había arrepentido tanto de algo en su vida .

— Pero...— Kyungsoo casi se retuerce por la traición — después de que yo confiara en ti? — Kyungsoo siente todo deseo abandonar su cuerpo y ser suplantado por una ira casi indomable, odia las traiciones a pesar de que ya debería estar acostumbrado a ellas.

—Tu no confiaste en mí ni siquiera un ápice solo inteligentemente descifraste que de esta no saldrás vivo así que te entregaste a mi merced— La seguridad en sus palabras lo hacen sonar sexy pero la verdad en ellas hacen demasiado vulnerables a Kyungsoo, si quiere ganarle a este hombre debe ser menos transparente.

— Yo no me entregue a nada yo no soy un objeto a tomar, con un demonio devuélveme mi maldita vida!.—

—No puedo Kyungsoo entiende, no puedo perderte — Jongin lo abraza y Kyungsoo llega a su límite separándose con brusquedad.

Un derechazo directo sobre el pómulo izquierdo de Jongin lo hace girar su rostro, pero eso es todo lo que logra, Kyungsoo abre su boca asombrado, aplicó toda su fuerza y tan solo logro eso?

Jongin se gira a confrontarlo con un fuego en sus ojos, la quijada apretada y esos gruesos labios formando una línea.

Jongin se lanza por él y Kyungsoo con sus buenos reflejos arranca a correr antes de ser atrapado, no sabe a donde lo guían sus pies, pero si algo sabe es escaparse, eso le ha quedado de tanto perseguir a la mafia durante los últimos tres años.

Hace Zig zag entre los muebles, sale a lo que debe ser la terraza, jala un maceta y este se rompe a los pies de su perseguidor ganando algo de tiempo, su corazón retumba dentro de su pecho con demasiadas ansias, gira en un muro de piedra llegando así al jardín, agradeciendo los árboles de uvas que enredados en una cornisa opacan la vista de quien apresurado viene a su espalda.