#22

91 11 0
                                    

Y aquí estábamos..

Frente a nosotros estaban unos cafés con unas galletas de vanilla que no me había atrevido a probar, rodeados de un silencio relajante que tranquilizaba mis nervios.

Quería escuchar todo lo que sabía de mí.

—Y..— comencé a hablar—¿que tal las clases?—no sabía con que comenzar ¿ok?

Nicholás soltó una ligera risa y me miró divertido.

—No entiendo porque me haces esa  pregunta sí sabes que en Literatura me va genial— dice con una sonrisa.

De nuevo en el día se me calentaron las orejas y no pude evitar ocultarlas si no fuera por Nicholás que las aparta.

—Te había dicho que me encantaban tus orejas rojas— sonríe como todo un coqueto.

—No puedo evitarlo— dije nerviosa.

—Y me gustaría que lo siguieras haciendo Avery— dice y toma un sorbo de café.

Lo miró con admiración, ¿como se dió cuenta de que lo seguía a todas partes, que lo acosaba ó que me sabía todas sus expresiones? pero más importante ¿como se enamoró de mí?

—¿Como te diste cuenta?— pregunté curiosa— sobre que te seguía..

El me miró con un sentimiento que ahora desconozco pero creo haberlo hecho cada vez que lo miraba, ¿dulzura? sí, Nicholás me mira con dulzura.

—Fué hace dos años.. — empieza a relatar y yo lo miró con atención— recuerdo que caminaba hacia mi casa y en una jardinera de una casa abandonada escuché un sonido— mientras el hablaba yo traté de recordar algún hecho de lo que decía— miré curioso hacia la casa y sin importarme nada me darte su barandal.

«Había una gata dando a luz entre el gran pastizal de la casa, me desespere  porque no sabía que hacer, pero de un momento a otro reaccione y me quité mi suéter para que sirviera de manta a los bebés— cuando dijo todo eso mi cerebro hizo click— a una cuadra de esa casa había una pequeña tienda de víveres; entré y compre lo necesario para ellos, comida, agua y hasta un recipiente para servir.— toma mí mano y la acaricia— cuando volvía con ellos, una hermosa castaña ayudaba a quitar la placenta a los bebés mientras su madre seguía dando a luz.

Me escondí porque veía que tu sabías controlar la situación y además quería verte; al cabo de unos minutos volví a la tienda y salí viendo a todos lados menos a tu dirección, pero de reojo miraba que tu salías corriendo a esconderse detrás de un auto mientras yo me acercaba con las cosas»

—Esa fue la primera vez que te diste cuenta de mí— le afirmo y el asiente.

—Cada  tarde después de la escuela iba a esa casa a alimentarlos, siempre compraba en la tienda y de lejos te veía acercandote a ellos, no sabía tu nombre y si ibas en las mismas clases que yo; hasta que un día te ví, ibas leyendo un libro de crianza de gatos— ríe un poco— me dí cuenta que me seguías una vez que me detuve a ajustar mis cintas y te ví por el reflejo de un auto, fue así durante casi tres años. Cuando no me mirabas yo te observaba. No se cuando fué o como pasó pero el verte todos los días se volvió vital para mí.

Sin esperar más los labios de Nicholas chocaron contra mis labios, me quedé en shock como la primera vez, no sabía si era bien o mal intentar corresponderle.

.
.
.

¿Que les pareció? Por favor comenten y voten

¡Hasta la próxima!

Detrás de tu Sombra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora