#17

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Faltaban 15 minutos para terminar el partido, ambos equipos estaban dando lo mejor ya que estaban empatados 2-2 , Nicholás parecía muy exhausto al igual que Oliver.

En todo en partido no me anime a apoyar a ninguno.

Nicholás era el hombre que amaba con todo mi ser, y Oliver era mi novio de mentiras... Eso sonaba muy tonto.

Pero si ánimo a Nicholás la escuela de Oliver me tachara de cualquiera y esa idea no quería que fuera escuchada por Nicholás.

Estoy entre la espada y la pared.

Quizás deba irme de aquí..

Me levante dispuesta a irme de una vez por todas. Hasta que un cuerpo me impedía hacerlo, levante la mirada para ver a quien no deseaba mirándome como si fuera muy poco para ella.

—Es bueno saber que te vas, así Nicholás sabrá con quien debió estar desde el principio y no hacerle caso a una niñita.

Levanté una ceja ante su comentario.

—¿Quien dijo que me iba? Voy por una soda que me ha dado mucha sed.

Empezó a carcajadas como una loca ganándose miradas de algunos compañeros.

—Ni tú te lo llegas a creer Avery Burton..

—No me importa si me crees o no Celeste, por favor ¿me dejas pasar?— no me iba a intimidar.

Ella me mira como analizandome y finalmente me cede el paso.

Camino hasta la cafetería y compró una Soda para devolverme al partido.
Si ya se que aunque le haya dicho una mentira no le voy a dejar demostrar que ella siempre tiene la razón.

Me siento nuevamente y miro el partido.

Por lo que veo nuestra escuela tiene la ventaja y justamente Nicholás es quien la patea.

Se está acercando ágilmente a la cancha contraria, pero por detrás Oliver se le está acercando también y puedo ver como le llega a decir algo a Nicholás que lo tensa inmediatamente.

Oliver aprovecha para meterle el pie y provocar que tropiece.

Mi asombro no se hizo esperar y los abucheos hacia Oliver tampoco.
Nicholás se agarraba el tobillo con fuerza mientras hacia un esfuerzo por no gritar más.

El equipo médico se acercó hacia el y lo llevó en camilla hacia las bancas.

Me acerque lo más que pude hacia abajo pero también varios compañeros querían ver que era lo que pasaba, así que mi intento de ver a Nicholás fue un fracaso.

El partido ya no me era importancia, el árbitro castigo al equipo contrario por falta, quedando en un empate definitivo.

—¡Abran paso!— repetían los enfermeros mientras llevaban una camilla hacia dentro de las instalaciones.

Me imagino que Nicholás le pasó algo más grave que un esguince.

Me apresure hasta llegar a las sillas de espera, no podía entrar así como si nada así que mientras los demás se estaban retirando a sus casas yo me quedé esperando.

Justamente 35 minutos después los enfermeros salieron y yo me levanté para tocar la puerta de la enfermería.

—Pase— escuche la voz de Nicholás al otro lado y abrí la puerta.

—¿Nicholás? ¿Estas bien?— me preocupe.

—Avery.. — se asombró y la verdad no se ¿porque?— pensé que te habías ido..

—Soy tu salvadora ¿no? — comente causándole una sonrisa— veo que tienes una venda en tu pie..

—Sí— bajo la mirada viendo su tobillo— me doble los tendones, el enfermero dijo que por poco más y me lo llegaba a romper..

No quería preguntar que fue lo que le dijo Oliver para no incomodarlo.

—Vamos te ayudaré a llegar a tu casa..

—Gracias, podemos pedir un taxi..

—Está bien..





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Detrás de tu Sombra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora