#24

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Hace rato que desperté...

Me encontraba en un lugar muy oscuro y una lámpara a mi lado iluminaba un poco el sitio, mis manos y pies estaban atados, suponiendo que el olor a polvo del sitio me hallaba en el sótano.

Tenía miedo.

No era tan difícil suponer quien estaba detrás de mi secuestro, supongo que mis padres, Ian e incluso Nicholás me estarían buscando.

Unos pasos acercándose me alertaron.

Y la ví.

Celeste.

Se nota que sabía disimular, porque cuando la veía en el Instituto se le notaba que era una chica muy estudiosa y que era una mujer normal; pero ahora su semblante era anormal, sus ojos estaban rojos y se notaba de lejos lo drogada que estaba.

—Avery Burton, dulce, tímida e inocente chica— dice aterradoramente — una chica que desde hace mucho esta en los pensamientos de mi Nicholás.

—Celeste— dije temerosa—¿no hagas algo en lo que después te arrepientas?

Ella carcajeó.

—¿Yo? ¿Arrepentirme? Eso jamás— comenzó a acercarse más y yo me puse más nerviosa— A pesar de lo que te haré, se que Nicholás no volverá conmigo, pero por lo menos conocerá el dolor por el que yo pase.

—Escucha Celeste— mis ojos comenzaban a lagrimear— tienes un trastorno mental  que te esta obligando a hacer estas cosas por favor no les hagas caso— trate de razonar.

—¡No!— me encogi ante su grito—¡Ustedes están locos!— de su espalda sacó una enorme cuchillo.

—Celeste..

—¡Ustedes están mal!— siguió gritando— todos todos todos están locos y enfermos— repitió esa misma línea una y otra vez.

Lloraba y lloraba de miedo.

Celeste realmente necesitaba ayuda, necesitaba terapia.

—¡Ayuda!— grité.

—Nadie te escucha..

—Celeste por favor, podemos ayudarte; todos te queremos y haremos lo posible para..

—¡Noo!— me interrumpe.—¡yo no estoy enferma! ¡Estoy bien mira!— con el cuchillo empezó a hacer cortadas en su muñeca— tengo sangre y por eso estoy perfecta..

—¡Celeste por favor deja de hacer eso!— le grité completamente alterada.

Celeste se estaba mutilando ella misma, y yo me encontraba atada no podía hacer nada, las sogas apretaban mi circulación sanguínea.

—Ok ok— llamé su atención— no estas enferma, todos los demás están mal, tu no ¿ok?

Ella dejó de hacerse daño y siguió caminando hacia mí.
Tomó de un puñado mi cabello y me acercó bruscamente hacia enfrente, quedando cara a cara.

—Sí.. — dice en un susurro— tú, Nicholás e incluso mis padres y amigos están locos. Y cuando acabé contigo seguirán ellos...

Un corte fue realizado en mi muslo, no fue con profundidad pero aún así ardía.

—Celeste no lo hagas— seguí suplicando.

—No eres perfecta ni correcta seguir al lado de Nicholás— le miré más asustada— no eres ni atractiva— comenzó a reír como loca— tarde o temprano el se aburrirá de tí.

No dije nada, no tengo un autoestima alto y por eso no soy capaz de defenderme; más sin embargo no soy capaz de acabar con mi propia vida.
Quiero vivir, si Nicholás me lo permite seguir siendo su amiga.

Unos toques agresivos en la puerta nos alertaron a ambas.

—¡Avery!— su voz me causó esperanza.

Sabía que ante todo de mis pensamientos, el vendría.

—¡Nicholás!— grité pero Celeste realizó otro corte en mi muslo.

Quería matarme poco a poco.

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Detrás de tu Sombra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora